- No fue tarea fácil, pero los trabajadores de Tubacex dieron ayer su visto bueno al acuerdo alcanzado el jueves por la dirección y el comité de empresa. Tras casi ocho meses de huelga, sindicatos y compañía habían aparcado sus diferencias, pero las asambleas que debían refrendar se contaminaron de la atmósfera enrarecida generada por el conflicto y lo que parecía un trámite se convirtió en una votación casi a cara o cruz en la que la moneda cayó del lado del sí.

LAB ya había mostrado sus cartas el jueves: rechazaba el acuerdo porque, aunque se eliminaba la palabra tabú, despidos, las concesiones en capítulos como la jornada laboral o la congelación del convenio no le sonaban bien. No había disciplina de voto, pero finalmente rechazaron la solución consensuada con la dirección de la compañía bajo la mediación del Gobierno Vasco.

Los afiliados a ELA, por su parte, mostraron una relativa división: 125 votos a favor y 50 en contra. Pero lo más llamativo es que el presidente del comité, adscrito a ELA, advirtió tras la votación de que el sindicato que lidera la representación sindical no apoyaría el acuerdo sin un respaldo mayoritario de la plantilla.

De modo que cuando STAT, segundo con mayor representación en las plantas alavesas de Tubacex, votó en contra todas las miradas se centraron en Comisiones Obreras. El comité de Tubacex está compuesto por cuatro delegados de ELA, otros cuatro de STAT, tres de CCOO, uno de LAB y uno del sindicato independiente ATAL.

La secretaria general de CCOO en Euskadi, Loli García, explicó antes de la votación sus afiliados que el acuerdo es “positivo y da viabilidad” a la empresa, además de “garantizar el empleo”. Y, en ese sentido, no hubo sorpresas, porque la mayoría de la afiliación dio el visto bueno al acuerdo. Pero esa mayoría fue del 67%. Según informaron desde CCOO-Euskadi, el 67% de apoyo al pacto, frente al 33% de rechazo, no cumple el compromiso alcanzado con su afiliación de que, para salir adelante el preacuerdo, tiene que conseguir una “amplia mayoría”.

Por ello, los delegados de Comisiones propondrán el próximo lunes al comité que se lleve de nuevo el asunto a votación, en este caso, con una asamblea conjunta de toda la plantila, no por secciones sindicales, como se hizo ayer.

Por ello, será el órgano de representación de los trabajadores el que decida si da por buena la mayoría que ostentan CCOO y ELA en el comité para firmar el pacto con la empresa o si vuelven a someter a la voluntad de los trabajadores el futuro de la compañía. A falta de una decisión definitiva, desde la dirección de Tubacex se ha dio por “bueno” el respaldo al acuerdo por la mayoría que representan ELA y CCOO en el comité, instando a firmar “cuanto antes” el pacto y volver al trabajo.

Los representantes de ELA en el comité habían advertido previamente de que, pese a que su afiliación ha aceptado la propuesta con más del 70% de votos a favor, “no firmará el acuerdo si no es con el apoyo de una mayoría sindical del comité”.

Para ELA, es la huelga que se lleva a cabo de forma indefinida desde el pasado 11 de febrero la que ha obligado a la empresa a realizar una nueva propuesta que les ha llevado a “evitar despidos forzosos y aprobar sólo medidas coyunturales”, las principales líneas rojas durante la negociación. Mientras que los afiliados de las otras dos patas de la representación laboral, LAB y STAT, mantuvieron el pulso, lo que anticipa que el enfrentamiento sigue latente.

Tras la ratificación de ayer, la previsión inicial era que hubiera una nueva reunión a tres bandas -comité, dirección y Departamento de Trabajo y Empleo, que ha asumido tareas de mediación- para firmar la desconvocatoria de una huelga que cumple ya 234 jornadas en ambas plantas alavesas.