- Aunque la negociación está técnicamente cerrada sin acuerdo, el Gobierno central quiere buscar una vía intermedia para no aprobar en solitario la subida del SMI. Como ocurre con todo lo relativo al diálogo social, el Ejecutivo tiene dos almas en esta cuestión, la del PSOE y la de Unidas Podemos, que ayer dio a entender que ve posible un acuerdo con los sindicatos pero que la última palabra la tendrán los socialistas.

La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, aseguró ayer que el Gobierno quiere realizar “en breve” una “consulta formal” a los agentes sociales con el objetivo de aprobar una subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) para “el último trimestre del año”.

En Telecinco, Calviño dejó claro así que el alza del SMI no se aplicará desde el 1 de septiembre como se había comprometido el Ministerio de Trabajo y defendían los sindicatos. Sin embargo, sí que subrayó que “es el momento de continuar con el incremento del SMI”.

“La relación que tenemos con la CEOE es excelente”, dijo Calviño, al tiempo que añadió que “aprobemos lo que aprobemos, a los sindicatos les hubiera gustado más y los empresarios dirán que no es el momento”. Por ello, aseguró que el Gobierno tomará la decisión que considere mejor “intentando contar con el máximo apoyo posible”.

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, reiteró este lunes en Alicante su voluntad “clara” de subir el Salario Mínimo. Por ello, lamentó la posición de las patronales que “han entrado pidiendo la congelación del SMI este año, es decir, pidiendo cero y salen pidiendo cero”. La ministra explicó que este fin de semana ha trabajado “informalmente” con los sindicatos y sabe “dónde puede estar el acuerdo”. Pero ahora, “la decisión no está en esta parte de la coalición, está ahora mismo en la parte mayoritaria del Gobierno”, apuntó en referencia al PSOE.