- La negociación del cuarto expediente de regulación temporal de empleo (ERTE), planteado por la dirección de Tubacex para aplicar del 11 de septiembre al 31 de diciembre, en las plantas de Amurrio y Llodio, culminó ayer sin acuerdo tras cuatro reuniones en las que si bien ha habido propuestas por ambos lados, ninguna ha terminado de cuajar. Según el comité de empresa, “la dirección sigue sin entrar a intentar resolver el conflicto aludiendo que ahora se trata de la negociación de una medida coyuntural; y a la propuesta de la empresa de complementar el ERTE con las vacaciones, nosotros no lo aceptamos ya que nuestra prioridad pasa por resolver el conflicto con medidas temporales como el ERTE pero acompañada de medidas estructurales no traumáticas”, matizaron.

A partir de ahora, desde el comité seguirán en la búsqueda de soluciones al conflicto, que ha llevado a las fábricas alavesas de esta multinacional tubera a una huelga indefinida que ya arrastra 211 días de paro.

“No es de agrado el estar de huelga y por ello seguiremos buscando un acuerdo que garantice el futuro de la plantilla de TTI y Acerálava, que conlleve el fin del conflicto”, subrayó su presidente, Eduardo Ibernia. Éste también emplazó a acudir a las 09.00 horas de hoy miércoles “al piquete de Laudio para ir en coche-caravana hasta Derio, lugar de la concentración en la que mostraremos nuestro rechazo al ERE”, matizó.

Asimismo, para las 11.00 horas del viernes hay convocada otra marcha que recorrerá las calles de Llodio desde las inmediaciones de la sede de Tubacex hasta el Ayuntamiento. Desde el sindicato ELA tildaron de “irresponsabilidad” por parte de la dirección el no haber aprovechado la negociación del nuevo ERTE para abordar el conflicto y consideraron que ello “nos demuestra que la empresa no busca una solución al mismo”, por lo que exigen al Gobierno Vasco “cuarto mayor accionista del grupo, que tome cartas en el asunto”, enfatizaron.

En estos momentos, estas mismas plantas se encuentran bajo otro expediente temporal de regulación de empleo, que comenzó en abril y finaliza este viernes (10 de septiembre), con una reducción máxima del 60% de la jornada, y que afecta a 521 operarios del grupo: 397 de las fábricas de TTI en Llodio y Amurrio, que es donde se fabrican los tubos, y otros 124 correspondientes a Acerálava, la acería de Amurrio; mientras que el nuevo se extenderá del 11 de septiembre al 31 de diciembre, con una regulación máxima del 70% de la jornada, incluido el personal despedido y readmitido por sentencia judicial el pasado julio.

No obstante, no incluirá el devengo integro de las vacaciones durante todo el ERTE, ya que la medida fue rechazada por el comité en la reunión de ayer; tras el rechazo mostrado a la propuesta sindical del pasado viernes. Ésta pasaba por acordar el nuevo ERTE con una serie de condiciones, entre las que se encuentra “acompañar al mismo de las medidas no traumáticas actuales y poder ampliar a más colectivo las prejubilaciones y dejar en abierto las bajas voluntarias”. Asimismo, solicitaban que se renuncie “al compromiso de creación de empleo pendiente de la aplicación del convenio actual” y que se comprometan tanto a no subcontratar puestos de trabajo, como a mantener el empleo hasta el 2024. Por otro lado, la propuesta del Comité insistía en “la retirada de los despidos forzosos, no recurriendo los mismos al Tribunal Supremo”, subrayaron.

Y es que si bien el nuevo expediente de regulación temporal de empleo engloba a los 129 trabajadores (95 despidos, y 34 bajas y prejubilaciones) afectados por el ERE, declarado nulo por el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco a comienzos de julio; lo cierto es que la incertidumbre se sigue cerniendo sobre todas estas personas, ya que la empresa ha optado por seguir adelante con el recurso, esgrimiendo “su legítimo derecho a la tutela judicial efectiva”. Motivo por el cual, nuevamente, no ha habido acercamiento de posturas entre ambas partes.

“No es de agrado estar de huelga y por ello seguiremos buscando un acuerdo”

Presidente del comité de Tubacex