- El sistema español de pensiones es de reparto y entender esto es clave para analizar la problemática. Y hay que tener una cosa muy clara, un trabajador en activo con sus cotizaciones no está ahorrando para su pensión futura, sino ayudando a pagar las pensiones de hoy. Su jubilación se la pagarán las próximas generaciones cuando estén trabajando.

Las pensiones públicas en España se gestionan por la Seguridad Social, en base a cinco principios: reparto; proporcionalidad contributiva; universalidad; gestión pública y suficiencia de prestaciones.

¿Qué son estos principios? Reparto: Las cotizaciones de los trabajadores en activo financian las prestaciones existentes en ese momento. Proporcionalidad contributiva: La cuantía de las prestaciones guardará relación directa con las cantidades aportadas al sistema público y al periodo de cotizaciones efectuadas.

Universalidad: Aquellos que no hayan contribuido al sistema podrán acceder al nivel no contributivo para cubrir necesidades básicas.

Gestión pública: El sistema de la Seguridad Social estará gestionado y financiado por entidades públicas.

Suficiencia de prestaciones: La cuantía de las prestaciones debe ser suficiente para asegurar las necesidades protegidas.

Simplificando el punto clave, en el sistema de reparto, las cotizaciones de los trabajadores en activo están destinadas a financiar las pensiones existentes ahora. Este principio también es conocido como de solidaridad intergeneracional, ya que la generación cotizante financia la pensión de la generación jubilada, y, a su vez, la primera será financiada por la generación que le sigue.

Por tanto, las cotizaciones recaudadas de los trabajadores en activo no se acumulan en un fondo privado para la percepción de futuros pagos a los mismos, sino que son empleadas para abonar las pensiones de hoy. No obstante, sí generan derechos en el día de mañana en el acceso a su futura pensión que será financiada por los trabajadores en activo de ese momento.