- El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha solicitado al juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón que levante su imputación en la causa donde investiga los encargos realizados al comisario José Manuel Villarejo, siguiendo el precedente asentado por sus homólogos de Repsol, Antonio Brufau, y CaixaBank, Isidro Fainé, para quienes archivó las pesquisas al entender que el cargo no era suficiente motivo para mantenerles investigados.

En su solicitud, Sánchez Galán se agarra al auto del pasado jueves donde García-Castellón levantó las imputaciones de Brufau y Fainé, además de las de Repsol y CaixaBank, en otra pieza separada de la macrocausa Tándem, la 21, argumentando que “no es posible mantener la imputación de los máximos responsables de las compañías por el mero hecho del cargo que ostentan”.

La defensa del máximo responsable de Iberdrola aduce que estos “acertadísimos planteamientos jurídicos” son aplicables a Sánchez Galán “atendida su posición y responsabilidades” en la compañía cuando se produjeron los hechos, de “mandatario y ejecutor de las decisiones del Consejo de Administración”, ámbito al que restringe su “conocimiento personal de la actividad empresarial”, así como “la ausencia de indicios concretos de comportamiento personal reprochable”. En este sentido, subraya que ninguno de los encargos realizados al Grupo CENYT, propiedad del ahora comisario jubilado, “superaron el nivel de relevancia indispensable para su tratamiento por el Consejo de Administración de Iberdrola”.

Además, recupera otro argumento del auto referido a Repsol y CaixaBank sobre el daño reputacional a una empresa cuando se imputa a su presidente, al ser éste el “máximo representante de la compañía interna y externamente” y asegura que se ha producido esa “incidencia negativa” con “una traducción económica -objetivamente verificable y, por ende, demostrable- de varios miles de millones de euros”.