- El stock residencial (viviendas de menos de cinco años sin vender) se redujo en 2020 un 0,1%, frente a la media anual del 3,2% que viene registrando desde 2015 y del 3,8% de la última década, lo que supone un frenazo por primera vez desde el inicio del nuevo ciclo inmobiliario. Según datos del informe Inmocoyuntura elaborado por la tasadora Euroval y su Instituto de Análisis Inmobiliario (Instai), a 31 de diciembre de 2020 el stock de vivienda en España era de 456.918 unidades, tan solo 191 menos que en la misma fecha del año anterior.

El director técnico de Euroval, César Rodríguez, explica a Efe que el año pasado, a pesar de que se vendieron 4.000 viviendas más que en 2019, hasta las 60.000 unidades, el número de finalizadas se incrementó hasta las 77.000, frente a las 71.000 de un año antes.

“Es decir, el descenso del ritmo de ventas, unido a la entrada en el mercado, como resultado de expectativas pasadas, de un importante número de viviendas finalizas explicaría que el volumen del stock residencial apenas haya variado en 2020”, señala este experto.

El informe refleja que la reducción del stockage se ha visto ralentizada a partir de 2015, coincidiendo con la fase de recuperación y despegue de la construcción residencial. La cota más alta de viviendas sin vender se alcanzó en 2009, con 649.780 unidades, tras lo cual, durante la crisis inmobiliaria, en el periodo 2010-2014, con un volumen medio de viviendas sin vender de unas 590.000 unidades, la reducción media anual fue del 4,3 %, y en el período 2015-2020, para un stock menor, de en torno a 475.000 unidades, la media anual fue de 3,2 %.

La dificultad que está teniendo el sector inmobiliario para drenar el sobrante construido durante la burbuja queda reflejado en la diferencia de viviendas iniciadas en 2006 -el año más activo de aquel boom- y en 2020: 664.923 y 75.930, respectivamente. En 2007 por primera vez el número total de viviendas terminadas superaba el de iniciadas, invirtiendo la lógica de un mercado en el que, supuestamente, se vendía lo que se construía.

Una situación que se prolongó hasta 2014, cuando las dos series casi se igualaron (32.120 viviendas iniciadas por 35.382 viviendas terminadas). El pico en esta fase crítica del negocio residencial se registró en 2009, cuando las viviendas terminadas llegaron a multiplicar por cuatro las iniciadas.

Solo a partir de 2015, la proporción se invirtió a favor de las viviendas iniciadas, tendencia que se ha prolongado hasta ahora.

Las estimaciones de Euroval y el Instai indican que en 2021 se iniciarán casi 93.000 viviendas y se terminarán poco más de 74.000.

El reparto del stock por el territorio nacional es muy dispar, con la mayor concentración de viviendas sin vender localizada en las comunidades del arco mediterráneo.

La Comunidad Valenciana, con 83.263 unidades a 31 de diciembre de 2020, encabeza el ranking de las regiones con un mayor número de viviendas pendientes de vender.

Ni el País Vasco ni Nafarroa están entre las comunidades diez comunidades autónomas con mayor stockage de viviendas.

93.000

Los analistas de mercado Euroval e Instai consideran que este año se iniciará la construcción de 93.000 viviendas en el conjunto del Estado y se terminarán poco más de 74.000.

Liderazgo de Valencia. La Comunidad Valenciana encabeza este año el ‘ranking’ de viviendas nuevas sin vender con casi 83.300 pisos, muy cerca del total de viviendas que se iniciarán este año en todo el Estado.