Los principales bancos de la Unión Europea (UE) perderían casi un tercio de su capital de primera calidad (CET1) en otros tres años de crisis severa, según los resultados de las pruebas de estrés que este viernes difundió la Autoridad Bancaria Europea (EBA).

Aun así, los 50 bancos analizados mantendrían un CET1 medio del 10,2 %, según el análisis, que fue aplazado un año debido a la pandemia, y que ahora se ha realizado con unos parámetros aún más severos para tener en cuenta el empeoramiento de la situación económica global.

La evaluación establece un escenario de partida en que los bancos tenían un CET1 medio del 15 % a comienzos de 2020 y habrían alcanzado un 15,8 % en 2023, cumpliendo los futuros requerimientos legales, pero que se quedaría en el 10,2 %, lo que supone una caída de 485 puntos básicos.

La hipotética caída de capital de primer nivel equivaldría a 265.000 millones de euros que, unida al aumento de la exposición ponderada por riesgo de 868.000 millones de euros, supone un descenso de 485 puntos básicos en el CET1.

El principal factor negativo en el capital de los bancos estaría constituido por las pérdidas derivadas del riesgo (evaluadas en 308.000 millones de euros).

El debilitado escenario económico afecta también al resultado, ya que los beneficios de las entidades solo aportarían el equivalente a 290 puntos de capital en este período.

La patronal bancaria destacó que el nivel de capital de primera calidad se mantendría como media por encima del 10 % a pesar del exigente escenario.

Santander, BBVA y Bankinter, menos impactados que la media europea

Santander, BBVA y Bankinter sufrirían menos impacto que la media de bancos europeos en el escenario adverso planteado por la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés) en sus test de estrés, según reflejan los resultados de las pruebas de resistencia publicadas este viernes.

Banco Sabadell, por su parte, se ha visto más penalizado debido a que el escenario más adverso (e improbable) pone foco en España y Reino Unido como los mercados más afectados del mundo, solo por detrás de Perú, precisamente los dos países en los que la entidad desarrolla su actividad.

Los test de estrés de la EBA cubren un periodo de tres años, desde finales de 2020 hasta finales de 2023, con un escenario base y otro adverso.

Banco Santander tenía al cierre de 2020 una ratio de capital CET1 'fully loaded' del 11,89%. Los resultados de los test de la EBA apuntan que, en el escenario adverso, esta ratio se situaría a finales de 2023 en el 9,32%, por lo que el impacto sería de 258 puntos básicos.

BBVA sufriría un impacto de 303 puntos básicos en su ratio CET1 'fully loaded', que se situaría en el 8,69% al final del periodo. El impacto para Bankinter sería de 104 puntos básicos, con una ratio 'fully loaded' del 11,25% a finales de 2023, mientras que Banco Sabadell situaría su ratio en el 6,54% en el escenario adverso en 2023, con un impacto de 548 puntos básicos.

En cuanto a los resultados en la ratio de solvencia CET1 'phased in' (ratio de capital calculada según el régimen transitorio), Banco Santander la situaría en 9,93% en el escenario adverso (-240 puntos básicos), BBVA en el 8,15% (-319 puntos básicos), Bankinter en el 11,25% (-104 puntos básicos) y Sabadell en el 7,07% (-550 puntos básicos).

Respecto a los resultados para el conjunto de los bancos europeos, el impacto en el escenario adverso en la ratio de capital CET1 'fully loaded' es de 485 puntos básicos, lo que sitúa su ratio para finales de 2023 en el 10,2%, y de 497 puntos básicos en forma transitoria, situando esa ratio en el 10,3% en forma transitoria.

Así, los impactos sufridos por Banco Santander, BBVA y Bankinter son inferiores a los de la media de los bancos europeos que se han visto sometidos a las pruebas de resistencia de la EBA, aunque sus ratios de capital al final del periodo se situarían por debajo.

El impacto en Sabadell sí superaría al de la media de bancos europeos, aunque la ratio de capital resultante en el peor escenario todavía se mantendría por encima del mínimo del 5,5% que el mercado toma como referencia en el escenario adverso para considerar que una entidad ha superado los test de estrés.

El ejercicio se realizó en 50 bancos, de ellos 38 de la zona euro, que representan en torno al 70 % de todos los activos de la Unión Europea y por primera vez no incluye entidades británicas.

Esta prueba se hizo sobre un escenario más complicado que el previsto hace un año, bajo el supuesto de un declive del PIB de la UE del 3,6 % entre 2020 y 2023, así como un aumento del desempleo de 4,7 puntos porcentuales en el mismo período.

La caída del precio de la vivienda del 21,9 % y la asunción de que los tipos de interés seguirían bajos para favorecer la recuperación figuran también entre las variables previstas en el examen.