- El Consejo de Ministros aprobó ayer el límite de gasto no financiero, conocido como techo de gasto, del Presupuesto del Estado para 2022, que se mantiene en los 196.142 millones de euros, lo que supone apenas 45 millones más que la cifra registrada un año antes, incluyendo transferencias extraordinarias a las comunidades autónomas y Seguridad Social y parte de los fondos europeos.

El Gobierno mantiene además su previsión de déficit público, al augurar un desajuste del 8,4% del PIB este año, y establece una tasa de referencia de déficit del 5% en 2022. La ministra explicó que en dos años el déficit se habrá reducido más de un 50%. Excluyendo los fondos europeos, el techo de gasto se situaría en 169.787 millones de euros, un 0,7% más, por lo que la cantidad procedente de los Next Generation EU asciende a 26.355 millones de euros.

Según aclaró el Ministerio de Hacienda, el grueso de los fondos son recursos para las comunidades autónomas que no se incluyen en el techo de gasto y se han asignado para las regiones de este fondo unos 8.000 millones en 2021 y 2.000 millones en 2022. “El soporte que da lugar al sostenimiento del techo de gasto viene por los indicadores macroeconómicos y crecimiento de la economía”, explicó la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero. Así, detalló que la previsión del Gobierno de cara al presupuesto del próximo año es de un aumento de ingresos tributarios del 4,6% respecto a este ejercicio.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la responsable de Hacienda apuntó que el techo de gasto se mantiene en máximos históricos y destacó que incorpora una transferencia del Estado a la Seguridad Social de 18.396 millones.

Al igual que en 2020 y 2021, la Comisión Europea ha propuesto que las reglas que limitan el déficit y la deuda públicas de los estados miembros sigan suspendidas en 2022 y vuelvan a reactivarse en 2023, una vez que las economías europeas hayan recuperado su nivel de PIB anterior a la crisis provocada por la pandemia de coronavirus.

A pesar de la suspensión de las reglas fiscales, el Gobierno asegura que, a medida que las condiciones lo permitan, la política presupuestaria, que seguirá siendo expansiva el próximo año, se reorientará hacia posiciones fiscales “más prudentes” que reafirmen la sostenibilidad de las finanzas públicas a medio plazo. Por ello, para 2022 contempla uno “de los mayores descensos del déficit público”, desde el 8,4% en 2021 al 5% en 2022.

Laboral. El mensaje hasta ahora invitaba a pensar en que no habría subida este año, pero la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, afirmó ayer que en septiembre se verá si es posible recuperar la senda de subida del salario mínimo interprofesional (SMI) en la que el país se encontraba antes de la llegada de la pandemia. Calviño destacó que la decisión dependerá de cómo evolucione el mercado de trabajo y de si se mantiene la favorable tendencia actual. También incidió en que todo el Ejecutivo está comprometido con el aumento del SMI y con la mejora de las condiciones laborales al término del Consejo de Ministros.