- Hay estadísticas totalmente desvirtuadas por el terreno y el del covid es arena movediza. No hace falta más que fijarse en los meses con los que se compara, los del confinamiento, para entender el comportamiento, pero el avance del PIB de Euskadi en el segundo trimestre del año anticipa un recorrido más intenso de lo inicialmente previsto. La economía vasca creció un 18,5% interanual en entre abril y junio, cuatro décimas más de lo que había calculado el Gobierno Vasco.

Doce meses atrás, en pleno confinamiento, el PIB se desplomó un 19,5%. Es la mayor caída jamás registrada y no ha habido un repunte mayor que el del periodo abril-junio de este año. No se ha recuperado toda la caída, si bien el salto es notable y asienta las bases para un ritmo alto en lo que queda de curso.

El saldo respecto al trimestre anterior (2%) también fue importante y por encima de lo que se esperaba. Se encadenan así cuatro trimestres de crecimiento. El empleo, por su parte, se incrementó en un 2,1%, en relación al primer trimestre y un 16,6% respecto al segundo trimestre de 2020. Son las pinceladas del Avance de la Cuentas Económicas Trimestrales que hizo público ayer el Instituto Vasco de Estadística, Eustat.

Habrá que esperar hasta mediados de septiembre para conocer el detalle de la evolución del Producto Interior Bruto vasco en el segundo trimestre y el comportamiento por sectores y territorios históricos. De momento, ya se sabe que la evolución es algo mejor de lo que se preveía. El consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, admitió hace unas semanas en una entrevista en este diario que el Gobierno Vasco puede revisar al alza su estimación de crecimiento para el conjunto del año a tenor del comportamiento que estaba registrando la economía. El dato que se conoció ayer es una de las claves que se están esperando. En principio, el Ejecutivo estima que el PIB crecerá un 6,7% este año y un 5,7% el próximo.

El Departamento de Economía y Hacienda esperará a septiembre para decidir si eleva sus previsiones para el conjunto del año. Para entonces tendrá sobre la mesa datos como el balance de la campaña del Impuesto sobre Sociedades y, por tanto, la evolución de los beneficios de las empresas. Los datos de recaudación estarán avanzados y en circunstancias normales el dato de agosto se ajusta bastante al desarrollo en el conjunto del año.

También estará disponible para su análisis el comportamiento de las exportaciones y de un sector estratégico como es la industria en Euskadi en los seis primeros meses del año. Y los datos de creación de empleo ya estarán maduros.

La revisión de las estimaciones se realizará en su caso con todas esas claves y otras, entre ellas y sobre todo, la evolución de la lucha contra el coronavirus, que sigue siendo la principal amenaza para el desarrollo normalizado de la actividad económica. Todo dependerá del ritmo de vacunación y del éxito de la inmunización contra las nuevas variantes que surjan.

Eustat confirmará el 17 de septiembre el dato de crecimiento de PIB y aclarará el comportamiento de cada sector. En los últimos trimestres, la industria ha liderado el crecimiento de la economía vasca, mientras que los servicios no han logrado todavía cambiar de ciclo. La construcción, por su parte, ha mantenido un avance constante y se acerca al ritmo del sector secundario.

Las previsiones del Gobierno Vasco apuntaban a un crecimiento de la industria del 29,1% en términos interanuales, el 16,8% la actividad de la construcción y el 15,7% la de los servicios. Además se estimaba que el consumo de los hogares iba a crecer un 19,4% respecto al mismo periodo del año anterior y un 4,5% el de las administraciones públicas.

2%

El PIB vasco creció un 2% en el segundo trimestre respecto al primer trimestre. La economía vasca empezó a crecer en el tercer cuarto de 2020 (15,5%), y redujo si ritmo (0,5%) y (0,2%) en los siguientes. Ahora da un salto.