- Los “devastadores” efectos de la pandemia de coronavirus en la salud de los trabajadores fueron el eje central de los discursos reivindicativos de todos los sindicatos que ayer se movilizaron con motivo de la celebración del Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, jornada en la que quisieron advertir de que no solo ha afectado a las condiciones físicas de los empleados, sino también a su exposición a riesgos psicosociales.

ELA, LAB, ESK, Steilas, EHNE y Hiru se unieron para desarrollar manifestaciones en Donostia, Bilbao e Iruñea, mientras que en Gasteiz, que ayer celebraba San Prudencio, lo hicieron el pasado martes. Por su parte, CCOO se concentró frente a la patronal vasca Confebask, mientras que UGT lo hizo en la Subdelegación del Gobierno español en la capital vizcaína.

Aunque los escenarios fueron diferentes, las alertas sobre la incidencia del coronavirus en la salud laboral y las apelaciones a la clase empresarial y política para que adopten medidas fueron las constantes en las declaraciones que realizaron responsables de todas las centrales sindicales.

En un comunicado conjunto, ELA, LAB, ESK, Steilas, EHNE e Hiru lamentaron que no se han ofrecido datos acerca del número de personas que se han infectado con el covid-19 en sus puestos de trabajo. Sin embargo, aseguraron que un 70% de los casos detectados entre octubre de 2020 y enero de 2021 se contagiaron en el ámbito laboral.

Atribuyeron este elevado porcentaje de transmisibilidad a la “nefasta gestión” de la pandemia realizada por las instituciones públicas que, según criticaron, se han aliado con la patronal. En este sentido, el secretario de Acción Sindical y Negociación Colectiva de ELA, Xabier Ugartemendia, responsabilizó a la organización empresarial de los contagios “porque ha apostado por unas condiciones laborales precarias”.

Tras homenajear a las personas trabajadoras que en el último año han perdido la vida en sus puestos de trabajo y a aquellas que han enfermedado “víctimas de la precariedad laboral”, los seis sindicatos vascos se dirigieron a las instituciones para exigirles medidas que eviten los riesgos profesionales y avalen la seguridad.

Entre las propuestas que lanzaron figura la publificación de los servicios esenciales, la eliminación de la “desorbitada” temporalidad del sistema sanitario y “dejar de hacer negocio con el sistema de cuidados”. También pidieron un incremento de recursos públicos para controlar las condiciones de seguridad de los centros de trabajo y derogar las reformas laborales.

Por su parte, CCOO lamentó que en 2020, un año marcado por una ralentización de la actividad económica, se contabilizaron 39 fallecimientos en el ámbito laboral, 17 más que en 2019. En su opinión, este incremento demuestra que “muchas empresas no se toman con la suficiente seriedad las medidas preventivas en materia de seguridad”.

El responsable de salud laboral, Alfonso Ríos, alertó sobre los riesgos psicosociales que genera el teletrabajo, sobre todo en quienes tienen que compaginarlo con el cuidado doméstico, la mayor parte mujeres, según afirmó.

UGT redundó en la idea de las consecuencias psicosociales del covid e instó a las instituciones a que “se adelanten” para que “la nueva ola no sea la de las enfermedades psicosociales, el estrés y la ansiedad” y para que los trabajadores puedan ser atendidos en las mutuas y no tengan que recurrir a la sanidad pública.