- Representantes de los sindicatos ELA, LAB, ESK, Steilas, EHNE e HIRU denunciaron ayer ante la sede del Gobierno Vasco en Vitoria que más del 70% de los brotes de covid registrados en Euskadi entre octubre de 2020 y enero de 2021 se han producido en el ámbito laboral. La protesta se enmarca en las movilizaciones que han organizado estos cinco sindicatos con motivo de la celebración hoy del Día Internacional de la Seguridad y Salud en el Trabajo, pero que en Vitoria se adelantaron un día por la festividad de San Prudencio.

La concentración, en la que participaron decenas de sindicalistas, estaba encabezada por una pancarta con el lema en euskera de esta jornada de reivindicación: Este sistema nos mata y enferma. A ella se han sumado otras en las que se leía No es el virus, es el sistema, Precariedad asesina y Menos beneficios, más prevención.

Los convocantes homenajearon a quienes han fallecido o perdido la salud en sus puestos de trabajo, “víctimas de la precariedad laboral”, sin olvidar a Joaquín Beltrán, desaparecido hace 14 meses en el vertedero de Zaldibar. Denunciaron que la pandemia ha agravado la falta de seguridad en el trabajo y reconocieron a aquellas personas, en su mayoría mujeres, que siguen “en primera línea y expuestas a un elevado riesgo de contagio, muchas de ellas sin las debidas medidas” de protección. A su juicio, es “prioritario” que el reconocimiento social a su labor se convierta en “una mejora de sus condiciones laborales”.

Rechazaron también la “nefasta gestión” de la pandemia por parte de las instituciones porque “la estrategia de convivir con el virus fue diseñada en connivencia con la patronal” para mantener la actividad económica pese al “incremento de contagios y muertes”. En este sentido alertaron de que, “pese a la falta de transparencia, recientemente ha trascendido que más del 70% de los brotes producidos en la CAV entre octubre de 2020 y enero de 2021 se dieron en el ámbito laboral”. Para poner fin a esta situación reivindican “publificar los servicios esenciales, acabar con la desorbitada temporalidad del sistema sanitario y educativo, y sacar a los fondos buitre y cualquier tendencia a hacer negocio del sistema de cuidados”.