- Los números no mienten aunque no siempre reflejan toda la realidad y la verdad es que los datos del mercado laboral vasco en el primer trimestre de este año no son nada malos con la que está cayendo con el covid y el hecho de que la EPA, la encuesta laboral vasca, recoja 3.900 parados menos que en el trimestre anterior en la CAV es, objetivamente, una buena noticia.

Por un lado, confirmaría que en esta crisis, pese a una profundidad sin precedentes, no se ha destruido empleo masivamente como ha sido habitual en Euskadi en otras épocas. En buena parte, el hecho debe a que se han establecido unos mecanismos como los ERTE, expedientes de regulación temporal de empleo, que han amortiguado la caída de demanda y actividad de las empresas. Aunque eso sí, esto está siendo posible porque la crisis es mundial y en Bruselas se ha dado luz verde, con carácter extraordinario, a disponer de fondos para financiarlos que en otras situaciones adversas no ha habido.

Pero por otro lado, el buen dato del paro contrasta con la reducción del número de personas ocupadas en unas 4.400, en relación al trimestre anterior.

¿Qué pasa? Pues que Euskadi cada vez tiene menos población activa por el envejecimiento notable de los ciudadanos vascos y no es una contradicción que coexistan menos parados y menos empleos a la vez porque muchos vascos están pasando a la jubilación, un hecho que se va a disparar al final de esta década cuando se empiece a jubilar el grueso de la cohorte nacida en los años 60 del siglo pasado, la más numerosa de Euskadi en la historia.

La PRA refleja una notable caída de la población activa, 8.300 personas, en parte por el hecho de que hay gente que ha pasado a la jubilación, y, por otro lado, porque no es sencillo encontrar empleo, y hay personas que no lo intentan a la espera de que mejore la coyuntura.

El recorte de empleos en el primer trimestre de este año de la mano de la tercera ola de la pandemia y las restricciones aparejadas ha dejado la cifra total de ocupados en la CAV en 929.200. Eso sí, el recorte de empleo se ha dado más en unos colectivos y sectores de actividad que en otros. Desglosando la evolución por territorios se constata que Araba es el que peor balance ha contabilizado con 3.100 empleos menos, seguido de Gipuzkoa, con 1.800. Al contrario, en Bizkaia el número de ocupados aumentó en 500.

Por sectores, la construcción ha tirado del carro, con 2.300 ocupados más, seguido de la industria, con 300 trabajadores más.

En el otro extremo, como es lógico, están los servicios que registraron la peor evolución con 5.200 ocupados menos. Aquí no hay que olvidar que la hostelería, el comercio, los espectáculos, el ocio etc están restringidos en buena parte por las normas para intentar controlar sanitariamente la pandemia de coronavirus y ello afecta al empleo.

En cuanto al paro, en Euskadi, tras la citada reducción de 3.900 personas, el total de vascos que buscan un trabajo se eleva a 115.700. Estos números suponen un tasa de desempleo del 11,1%, lo que supone una rebaja de 0,3 puntos porcentuales respecto al 11,4% con que se cerró el año 2020. En comparación, interanual, con el primer trimestre de 2020, cuando la pandemia estalló se han perdido 21.300 puestos de trabajo en la CAV, un 2,2% de ocupación . Mientras que el número de parados se ha incrementado en 9.300 personas, con lo que la tasa de desempleo ha escalado del 10,1% al 11,1%.

Las personas de genero masculino fueron las que más se han beneficiado del descenso del paro, -5.000, mientras que las mujeres sufrieron un alza de 1.100 paradas. El resultado es que hay más paro entre las mujeres que entre los hombres, 11,3% frente a 10,9%.

Por territorios, el paro bajó en 4.500 personas en Bizkaia, que sigue manteniendo la tasa más alta de Euskadi con el 12,1%. En Gipuzkoa descendió en 1.600 personas, hasta el 9,2%. Mientras que en Araba aumentó en 2.300 el número de parados en tasa interanual con lo que el ratio repuntó al 11,8%.

Uno de los datos más desoladores es que en pleno siglo XXI y pese al descenso del paro, el número de hogares en la CAV con todos sus miembros en paro suman un total de 35.000.

En relación a los ERTE, según Eustat, en el primer trimestre había 31.800 trabajadores vascos sometidos a regulación de empleo. La cifra representa un descenso de 2.600 respecto al cuarto trimestre de 2020 y se sitúa muy lejos del máximo de 120.400 que se alcanzó entre abril y junio del pasado año tras el confinamiento decretado en marzo.

Por otra parte, en el Estado español, el número de trabajadores afectados por despidos colectivos cayó un 27,6% hasta febrero de 2021 respecto a un año antes, con 2.654 trabajadores implicados, mientras que la cifra de trabajadores inmersos en procesos de suspensión de contrato o reducción de jornada se multiplicó casi por tres, hasta los 13.654 empleados, según datos del Ministerio de Trabajo, en los que se aprecia el impacto de la crisis del coronavirus y el uso de los ERTE.

En el acumulado del año, el número de trabajadores afectados por expedientes de regulación de empleo (ERE) autorizados por Madrid, no se incluyen los autorizados a nivel sólo autonómico, aumentó un 98,3% en comparación con el mismo mes de 2020, hasta sumar 16.308 afectados, de los que el 83,7% formaban parte de expedientes de reducción de jornada.

56%

Como resultado de la evolución de la población ocupada y la parada, la tasa de actividad en la CAV se ha situado en el 56% en el primer trimestre de 2021, disminuyendo en 0,3 puntos porcentuales respecto al trimestre anterior., según la PRA del Eustat

929.200 ocupados. Por otra parte, la cifra de personas ocupadas se ha elevado a 929.200, lo que supone un descenso de 4.400 respecto al trimestre precedente (-0,5%). De este modo, la tasa de paro se ha situado en el 11,1%. El número de parados durante el primer trimestre del año en Euskadi se ha situado en 115.700 personas, 3.900 menos que en el trimestre anterior.