- La vicepresidenta segunda del Gobierno, Nadia Calviño, pidió ayer a los bancos “responsabilidad” para buscar todas las alternativas que minimicen el impacto negativo sobre el empleo de las fusiones, especialmente cuando se producen al tiempo que se pagan sueldos y bonus “inaceptables” a los directivos. En declaraciones en el Congreso, la también ministra de Economía respondía así al anuncio de CaixaBank de que tras la fusión con Bankia planteará el mayor expediente de regulación de empleo (ERE) de la historia de la banca española, con 8.291 despidos y el cierre de 1.534 oficinas.

Para la vicepresidenta, son “inaceptables los altos sueldos y los bonus pagados a directivos” de entidades financieras, porque se trata de remuneraciones “que no se corresponden con la situación económica del país y aun menos en entidades que anuncian fuertes recortes de personal y cierres de oficinas”. Añadió que ha compartido “esta preocupación” con las propias entidades financieras y con el Banco de España.

La destrucción de empleo en el sector supone destrucción de valor y pérdida de capital humano para España “que no podemos permitirnos”, agregó Calviño. Ahora que se abre el periodo de negociación del ERE de CaixaBank, Economía seguirá marcando “claramente” una línea para que se minimice el impacto negativo sobre el empleo.

Calviño explicó que desde hace tres años el Gobierno ha venido advirtiendo al sector de que la pérdida de rentabilidad y los retos derivados de la creciente competencia y el proceso de digitalización iban a exigir determinadas medidas, aunque siempre minimizando el impacto en el empleo.

El presidente del PP, Pablo Casado, reconoció por su parte que respecto al ERE planteado por CaixaBank que “siempre es una mala noticia que haya ERE”, pero recordó que “la consolidación bancaria era algo que venían recomendando el Banco de España y el Banco Central Europeo (BCE)”. Por ello, pidió “desligar” este ERE de “la buena noticia de que el sistema financiero español se fortalezca”.

Por contra, Unidas Podemos rechazó el recorte de más de 8.000 puestos de trabajo planteado e instó al Estado a utilizar su participación del 16% en la entidad para defender “el empleo y el interés público”. Según recordaron fuentes de Unidas Podemos, el pasado septiembre ya manifestaron su desacuerdo con la fusión de Bankia y CaixaBank. La formación morada insiste en que la fusión “no es una buena noticia para la competencia del mercado, porque refuerza “la oligopolización del sector”, ni tampoco para los derechos de los consumidores.