- Los recelos de Euskadi ante la gestión por parte del Gobierno español del plan de rescate europeo crecen a medida que se conocen los detalles y en cada reunión que se celebra. El consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu mostró ayer su “profunda preocupación” por el “déficit político” del plan de recuperación España Puede.

El desencuentro abarca todos los frentes. El Gobierno Vasco no comparte ni las líneas generales del plan ni el modo en el que se ha gestado, sin contar con la opinión de las comunidades. Así, más allá del desacuerdo en algunas cuestiones de índole económica, Azpiazu advirtió de que el programa establece un modelo que “invade competencias propias” de las comunidades autónomas y pidió que se modifique su diseño para respetar esas fronteras.

Azpiazu lanzó este mensaje en la II Conferencia Sectorial del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, el foro telemático en el que las regiones son informadas de las claves del fondo y realizan, sobre el papel, sus aportaciones.

El caso es que, como comentó hace unas semanas el consejero de Economía, el Gobierno de Pedro Sánchez ha puesto sobre esa mesa un plato ya cocinado que ahora deben digerir los gobiernos que optan a los 140.000 millones de euros de la UE.

Y Euskadi tiene claro que hay que darle una vuelta a la receta para subsanar problemas como la invasión competencial. “Tenemos una enorme responsabilidad y estamos a tiempo de reorientar el modelo planteado, porque tengo la sensación de estar teledirigido”, manifestó. Con la percepción de que el plan de recuperación “nace viciado” pese a su importancia, Azpiazu explicó durante la conferencia que las repercusiones serán “de enorme entidad. De este modo, hizo un repaso muy crítico y pormenorizado de algunas de las claves del modelo planteado por el Gobierno central. Por un lado, no se ha tenido “en cuenta” las estrategias de especialización inteligente de cada comunidad autónoma, apostando por proyectos industriales e innovadores.

Del mismo modo, criticó que el sistema de gobernanza que plantea el Ejecutivo español “vulnera sendos principios” del reglamento del Mecanismo Europeo de Recuperación y Resiliencia (MRR). Se trata, explicó, del principio de adicionalidad -dado que los fondos europeos no deben detrinarse a cubrir gastos ordinarios- y el de participación de las autonomías en el diseño de los planes estatales, que, denunció, ha sido “nula”.

En su valoración del encuentro, Azpiazu aseguró que esta postura contraria ante la gestión de este asunto por parte del Gobierno central fue “generalizada y compartida” entre la mayoría de las comunidades autónomas que intervinieron en la conferencia.

Junto a este problema, otra cuestión “de vital importancia” para el consejero es el plazo de ejecución de los proyectos acogidos a este plan y a los fondos europeos de recuperación. Azpiazu explicó que el Ejecutivo socialista ha fijado 2023 como fecha de ejecución de los primeros 70.000 millones de euros del MRR, mientras que Europa permite hacerlo hasta 2026, con unos plazos “más realistas”.

Además, indicó que en la reunión quedaron patentes, por “amplia mayoría”, cuestiones como la imposibilidad de planificar plurianualmente los programas, al no conocer las cuantías, o la posible complementariedad de los distintos fondos europeos para conseguir una “mayor coherencia” en las políticas apoyadas.

En una entrevista en Radio Vitoria, la consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, confió en que la UE establezca “los criterios adecuados” para el reparto de los fondos de recuperación y “mecanismos de control que hagan que los proyectos más transformadores sean de verdad los que reciban recursos”.

Por otra parte, la vicepresidenta segunda y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, se reunió ayer con los portavoces parlamentarios del PSOE, Unidas Podemos, ERC y del PNV, para explicar las reformas legislativas y los planes de inversiones que contempla el Plan de Recuperación de fondos europeos.

Fuentes del Ministerio señalaron a Efe que la vicepresidenta mantuvo contactos con estos portavoces dentro de una ronda de reuniones que ha iniciado recientemente para explicar los 20 programas tractores que serán financiados con 70.000 millones de euros de fondos europeos hasta el 2023.

Calviño insistió en que la puesta en marcha de los 20 programas tendrá un efecto multiplicador sobre la economía superior a 1, es decir, que por cada euro de inversión en ellos el PIB mejorará en más de un euro.

6,7%

Crecimiento del PIB. El Gobierno Vasco revisó dos puntos a la baja a finales de marzo la previsión de crecimiento del PIB para este año. El objetivo será finalmente del 6,7% y del 5,7% en 2022. De este modo, no se alcanzará el nivel previo a la pandemia hasta 2023, un periodo que, en cualquier caso, será inferior al de la recuperación de la última crisis.

La consejera vasca de Desarrollo Económico afirmó ayer que, si se logra que en el último cuatrimestre del año Euskadi tenga “una población bastante inmunizada”, en esos tres meses se verá “un crecimiento mayor” que el actual.

“Tenemos una enorme responsabilidad y estamos a tiempo de reorientar el modelo”

Consejero de Economía y Hacienda