Ayer se cumplían 65 días de la huelga que mantienen los trabajadores de las plantas alavesas de Tubacex en protesta por el ERE que ha supuesto la desaparición de 124 empleos en las dos plantas alavesas de Tubacex: 95 despidos -que se hicieron efectivos el jueves-, 22 bajas incentivadas y 12 prejubilaciones. Una jornada en la que, en el marco de estas movilizaciones, llegó a Gasteiz la marcha de trabajadores que el jueves partió desde el valle de Ayala con destino el Parlamento Vasco. Los manifestantes llegaron a primera hora de la mañana a los aledaños de la Cámara vasca, donde en el marco del pleno de control el orden del día incluía una pregunta de EH Bildu a la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno Vasco, Arantxa Tapia, sobre la situación de la empresa.

En torno a las 9.15 horas los integrantes del comité de empresa se dispusieron a acceder a la Cámara para seguir el pleno invitados por EH Bildu, pero los agentes antidisturbios de la Ertzaintza desplegados se lo impidieron, lo que derivó en empujones, forcejeos y porrazos. Tras varios minutos de tensión los parlamentarios Mikel Otero e Iker Casanova (EH Bildu) e Iñigo Martínez (Elkarrekin Podemos-IU) explicaron a los ertzainas que los miembros de comité estaban en la lista de invitados para seguir en pleno desde el interior del edificio. Finalmente los representantes de los trabajadores accedieron a la sede de la institución. Sin embargo, la entrada del comité no puso fin a la tensión entre manifestantes y agentes, y en varios momentos se produjeron pequeños forcejeos y empujones hasta que a las 10.15 horas los trabajadores dieron por concluida la movilización.

Ya durante el pleno, la consejera Tapia aseguró en relación a la situación laboral de Tubacex que no es solo fruto de la pandemia, sino de la situación del sector del gas y del petróleo que está en plena transición y que debe diversificarse. Tapia subrayó que el Gobierno Vasco ha trabajado "desde el principio" con la empresa y los representantes de los trabajadores para realizar una tarea de mediación. "Son situaciones dramáticas, en ningún caso hemos justificado la situación, hemos hecho un llamamiento al acuerdo a ambas partes", afirmó.

La consejera insistió en que la situación del sector del gas y del petróleo no es coyuntural ni solo fruto de la pandemia, sino de "otras muchas actuaciones que no van a verse recuperadas" por lo que es necesaria la diversificación y buscar "el salto al futuro". En este sentido, advirtió de que hay que ser conscientes de que el futuro de este tipo de compañías y de otras de la comarca de Ayala es pensar a "medio y largo plazo" para la diversificación y trabajar quizás para el sector del hidrógeno. Es un sector que está en "plena transición y transformación" y la pandemia ha acelerado esa situación, indicó.

Por su parte, la parlamentaria de EH Bildu Eva Blanco -quien firmaba la pregunta a Tapia- respondió que no se puede responder a una situación generada por la covid-19 con despidos y destrucción de empleo, acusando al Gobierno Vasco de responder a esta crisis desde la "inhibición", el "alineamiento incondicional" con las tesis de la empresa y la acción policial. Asimismo, recordó que Tubacex es una empresa tractora en el valle de Ayala con consecuencias en empresas auxiliares, el pequeño comercio y la hostelería.

Tras escuchar la respuesta de la consejera, el presidente del comité de empresa de Tubacex, Eduardo Ibernia, consideró "totalmente insuficiente" la postura del Gobierno Vasco en este conflicto laboral y le reclamó que se comprometa a una defensa de todos los puestos de trabajo. Ibernia recordó que ayer era la primera jornada tras la ejecución de los despidos en las plantas alavesas de Tubacex, un "día triste", pero se mostró convencido de que con la "lucha" de toda la plantilla volverán a sus puestos, insistiendo en que la crisis que atraviesa la compañía tiene un carácter "coyuntural" por la pandemia y no estructural.

El presidente del comité aseguró que no entienden la posición de la dirección de la empresa, "a no ser que el fin" del ERE y el nuevo ERTE sea para acometer una "deslocalización", porque "Cantabria está ahí al lado". Por último, advirtió del riesgo de "empobrecimiento" de la comarca de Ayala y de toda Euskadi que estos despidos y los de otras empresas pudieran provocar.

Coincidiendo con la jornada que en diversos frentes se desarrolló ayer en el Parlamento Vasco, también ayer se conoció que Tubacex ha remitido una carta a distintos responsables institucionales vascos en la que, tras expresar su "firme compromiso con el país", explica que durante meses ha tratado de "evitar los despidos" en TTI y Aceralava "mediante el acuerdo de medidas alternativas". Además, espera que los trabajadores de estas plantas reflexionen sobre la continuidad de la huelga indefinida que mantienen porque "aumenta seriamente el riesgo para estas plantas en un entorno económico tan deteriorado".

En la misiva, firmada por su consejero delegado, Jesús Esmorís, y publicada por Europa Press, la compañía recuerda la anterior carta a responsables institucionales del pasado 18 de diciembre en la que les informaban sobre la "difícil" situación que atravesaban sus plantas de TTI y Aceralava, "conscientes del papel que Tubacex desempeña en el entramado económico y social del país".

La compañía subraya que este "triste desenlace" tiene su origen en las circunstancias del mercado en el que opera y en las consecuencias de la covid-19, que ha "agravado considerablemente" la situación de un sector como el del petróleo y gas. Tubacex indica que, en estos últimos años los proyectos de inversión de sus clientes se han paralizado provocando no solo "una cancelación de pedidos en el corto y medio plazo", sino además la aceleración de un proceso de descarbonización e "impulso decidido" de las energías limpias, que ha "desbaratado" todas sus previsiones económicas por ser buena parte de su actividad todavía dependiente del mencionado sector de petróleo y gas.

En este sentido, el fabricante de tubos señala que afronta una crisis "de carácter estructural y sin precedentes" y recuerda que en esta situación "crítica" pusieron en marcha en el primer trimestre de este año un "ambicioso" plan de reducción de costes que permitiera ganar en sostenibilidad a plantas, como TTI y Aceralava que "soportan los costes laborales más altos" de todo el Grupo. Tubacex, que tiene unas perspectivas "muy pesimistas" para 2021 y 2022, recuerda que el proceso de ERE se ha completado, "desgraciadamente", sin acuerdo y ha supuesto la salida de 129 personas.

En relación a la situación actual de las plantas, precisa que, desde el 11 de febrero, la representación sindical mantiene una huelga indefinida que "mantiene paralizada la producción". En este sentido, denuncia, partiendo del "máximo respeto al derecho de huelga", que se está produciendo una "grave vulneración del derecho al trabajo".

Tubacex indica que el proceso "ya no tiene vuelta atrás" y presumiblemente seguirá la vía judicial, por lo que la duración de esta huelga está "en manos de representantes sindicales y trabajadores". La compañía cree que la plantilla debe reflexionar sobre la continuidad de una huelga que "aumenta seriamente el riesgo para estas plantas en un entorno económico tan deteriorado, máxime cuando se están produciendo comunicaciones tóxicas y anónimas" a sus clientes internacionales.

Sindicatos. ELA y LAB denunciaron la actuación de la Ertzaintza en la concentración que protagonizaron trabajadores de Tubacex ante el Parlamento Vasco. El presidente del comité de empresa, Eduardo Ibernia, consideró "desproporcionada" la actuación de la Policía, a la que ha acusado además de "malos gestos y malas palabras" cuando miembros del comité iban a entrar en la Cámara, para lo que tenían autorización. ELA acusó además al Gobierno Vasco de abordar este conflicto laboral "como un problema de orden público" y de "tratar de criminalizar la lucha de estos trabajadores en defensa de sus puestos". LAB denunció que el Gobierno Vasco además de "abandonar" a los trabajadores ante la destrucción de sus empleos, envía a la Ertzaintza para "agredirlos".

"No entendemos estas medidas estructurales ante una situación que entendemos coyuntural"

"No es un problema coyuntural, sino un proceso que ha acelerado la pandemia"

Consejera de Desarrollo Económico