- Los trabajadores del Igualatorio se movilizarán a partir de ahora todos los miércoles para intentar frenar “la venta” de la compañía a un accionista externo. Con la vista puesta en la junta de accionistas que se celebrará previsiblemente en mayo, la plantilla ha decidido presionar para mantener el actual modelo en el que los médicos son propietarios de la compañía y, ante el temor de que sus condiciones laborales e incluso sus puestos de trabajo corran peligro, se sitúan en primera línea de la batalla por el control de la compañía.

El choque entre accionistas, protagonizado por la Plataforma de Accionistas del Igualatorio (PAI), que promueve la venta al mejor postor de las acciones, y la Asociación en Defensa del Modelo de Igualatorio (Ademi), que quiere mantener el esquema actual, es total. El consejo de la compañía se sumó a finales del año pasado a las peticiones de la PAI y la mayoría de los socios (58%) dieron luz verde a la búsqueda de un acuerdo con una aseguradora para abrir el accionariado. La plantilla tiene claro que ese rumbo va tanto en contra de sus intereses como de los de la compañía y ha tomado la decisión de visibilizar su rechazo.

La primera concentración, que se llevará a cabo semanalmente ante la sede de Máximo Aguirre, tendrá lugar el próximo viernes para cumplir con los plazos de preaviso que exige la ley. A partir de la semana que viene, la movilización se desarrollará cada miércoles a las puertas del IMQ, que afronta las próximas semanas un envite histórico: mantener el actual esquema empresarial o dar un salto a un escenario en el que la propiedad dejaría de estar en manos de los médicos.

Justo en medio, los trabajadores atisban un futuro muy incierto y han tomado la decisión de moverse para evitar una nueva estructura empresarial en la que SegurCaixa Adeslas tenga el control. Entre los argumentos para la movilización, el comité de empresa señala una serie de riesgos: pérdida de puestos de trabajo, ajustes salariales a la baja o externalización de departamentos localizados en IMQ.