La Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC) ha autorizado la fusión de CaixaBank y Bankia con el compromiso de que el nuevo grupo actuará para evitar la exclusión financiera y el posible endurecimiento de comisiones y condiciones comerciales, según ha informado este martes.

El futuro banco será líder en España en los segmentos de banca minorista, pero la fusión afecta también a los mercados de emisión de tarjetas, datáfonos o TPV y cajeros, así como a la venta de seguros y la gestión de planes y fondos de pensiones.

Tras el análisis de todos estos mercados, la CNMC ha llegado a la conclusión de que la operación no supondrá una amenaza para la competencia en estos mercados, ya sea porque las cuotas resultantes "no son preocupantes" o porque existe la suficiente competencia.

Sin embargo, el análisis de la CNMC concluye que la operación sí supone una amenaza en determinados ámbitos del mercado de banca minorista, especialmente en lo que se refiere a presencia en pequeñas localidades y acuerdos para el uso de cajeros.