Raúl Arza ha sido elegido este viernes por tercera y última vez como secretario general de UGT Euskadi con el 82,5% de los votos de los delegados en el XIII Congreso que este sindicato ha celebrado en Vitoria y en el que solo se ha presentado su candidatura.

La nueva Comisión Ejecutiva de UGT Euskadi encabezada por Arza ha recibido el apoyo de 146 delegados, mientras que 31 han votado en blanco. De esta forma Arza dirigirá en los próximos cuatro años este sindicato, que representa a más de 30.000 trabajadores en el País Vasco, el cuarto en representatividad en esta comunidad, en el que será su último mandato, tal y como establecen los estatutos de la central.

UGT Euskadi ha celebrado desde ayer en Vitoria su décimo tercer congreso bajo el lema "Respuestas. Erantzunak", un cónclave que ha finalizado hoy con la reelección de Arza, quien ha estado arropado por el máximo responsable de esta central sindical, Pepe Álvarez, y en el que ha sido aprobada la gestión hecha hasta ahora por la dirección en el País Vasco y el programa de acción para los próximos cuatro años.

Durante sus intervenciones en la clausura de esta cita los dos dirigentes han dejado claras cuáles son las prioridades del sindicato y sus reclamaciones tanto al Gobierno central como al vasco, al tiempo que han asegurado que UGT va a seguir trabajando para cambiar las cosas y conseguir las "mejores respuestas" para los problemas de los trabajadores.

Han insistido en tres reclamaciones "claves" al Ejecutivo de Pedro Sánchez: la subida del Salario Mínimo Interprofesional hasta los 1.200 euros y las derogaciones de las reformas laborales de 2011 y 2013 y la de las pensiones.

"Lo más sangrante es que es un compromiso electoral, que tuvo su rúbrica en un acuerdo de gobierno y que tiene la mayoría suficiente", ha resumido Arza, quien ha emplazado al Gobierno a "no poner excusas".

Álvarez ha añadido que sin la derogación de las reformas laborales no va a ser posible recuperar la negociación colectiva y ha apelado al Ejecutivo a empezar a legislar para ello y no limitarse a decir que hay que acabar con los contratos que empiezan un lunes y terminan el vienes.

También ha insistido en la necesidad de restablecer la actualización de las pensiones con el IPC con carácter retroactivo y hacer "desaparecer" el factor de sostenibilidad. "Eso debería estar hecho ya", ha subrayado Álvarez, que pedido que nadie les "busque para entrar a hablar de muchas más cosas" si esto no se hace.

Ambos han avalado la dinámica de la movilización en las calles con el objetivo de poder acordar. "Solo será posible avanzar en la medida en que seamos capaces de combinar la movilización y la negociación. Solo con la negociación no será suficiente", ha explicado Álvarez.

Arza ha emplazado por su parte al Gobierno Vasco a acabar en esta legislatura con la alta temporalidad en la Administración Pública, que ha recordado que afecta a casi 58.000 trabajadores, el 38,7 % del total, y le ha pedido que no sea "conformista" porque también en esta comunidad la precariedad en el mercado laboral se da con una alta tasa de contratos parciales y temporales.

También ha reclamado "seguridad" para los trabajadores, para que la pandemia no se convierta una excusa para despedir. Finalmente Álvarez ha asegurado que Euskadi es una "asignatura pendiente" del sindicato y ha afirmado que van a trabajar para que en los próximos cuatro años la central logre un "crecimiento" en esta comunidad, mientras que Arza ha dicho que salen de esta cita como un sindicato "unido", con "fuerza".

Arza accedió a la secretaría general de UGT Euskadi en 2013 en un congreso en el que se enfrentó a la candidatura de Pilar Collantes. Entonces consiguió el 55,6 % de los votos. En 2016 fue reelegido sin que hubiera ningún rival con un 84,3 % de respaldo y ahora hará frente a su último mandato tras recibir el apoyo del 82,5 % de los delegados en otra convención sin más candidaturas que la suya.