Las movilizaciones feministas por el 8M en Aiaraldea terminaron salpicando ayer a la nueva reunión prevista entre delegados sindicales y Tubacex, dentro de la mesa de negociación por el ERE y ERTE planteados desde la empresa. De hecho, la sentada anunciada desde el movimiento feminista de la comarca, para acompañar a los trabajadores y trabajadoras en huelga indefinida desde el pasado 15 de febrero, hizo imposible el acceso a las instalaciones de TTI en Llodio por parte de los representantes de la compañía que, en consecuencia, optaron por cambiar la fecha de la reunión a hoy martes a la misma hora.

En concreto, en la reunión de hoy los sindicatos esperan recibir respuesta a la tercera propuesta que presentaron el pasado jueves, para las dos plantas TTI de Amurrio y Llodio y la de Aceralava en Amurrio, con unas plantillas de en torno a 800 trabajadores, sobre las que sobrevuela tanto un expediente de regulación de empleo que -en base a la última oferta de la empresa, plantea reducir de 150 a 136 los despidos- como un nuevo ERTE, para el resto. “Su oferta, hasta el momento, es de 14 despidos menos que los planteados en un principio, aumentar un poco la indemnización y, a su vez, todo el tema concerniente a prejubilaciones y bajas voluntarias; y nosotros seguimos en busca de un acuerdo que evite cualquier despido”, explicó ayer a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, el portavoz del Comité de empresa y delegado de ELA, Eduardo Ibernia.

Éste también adelantó una serie de preguntas que consideran “claves” para alcanzar un acuerdo, tales como un compromiso de empleo para la próxima década, porque “nos preocupa el futuro de estas plantas en manos de quienes ahora deciden despedir, sin tener motivos estructurales para ello, pero no se comprometen”. De igual forma, “no se mojan en cuanto a inversiones de futuro y nos dicen que eso será en función de lo que se llegue a acordar; y tampoco renuncian a una posible externalización”, resume.

Por lo que respecta a la posibilidad de hablar de bajas incentivadas, prejubilaciones y ajustes, a cambio de retirar el ERE, “clara y rotundamente dicen que no”. De hecho, la dirección de Tubacex sigue manteniendo que los problemas de la compañía son estructurales motivados por la crisis internacional y la caída de pedidos, frente a un comité que opina que los problemas son coyunturales y plantea medidas temporales en lugar de despidos. “Por lo tanto, queda clara la situación de la mesa, la empresa que no renuncia a los despidos forzosos y nosotros que no vamos a permitir un acuerdo que contemple uno solo. Nos toca seguir unidos y unidas; la huelga está siendo un éxito y no hacerla o pararla sería un grave error. Nuestra lucha continua”, subraya Ibernia con pesar, ya que “tampoco nos ayudan las declaraciones que vienen desde el gobierno, pero nos hace grandes las enormes muestras de solidaridad que estamos teniendo de la comarca y más allá. Comités de empresas, hosteleros, comerciantes y un sinfín de asociaciones que nos están sacando los colores y dando una lección de compañerismo que esperemos no se nos olvide”, apostilla.

En cuanto a la tercera propuesta sindical que se valorará en la reunión de hoy martes, engloba la jubilación voluntaria de todos los trabajadores nacidos en 1966 o anteriores y que quienes opten por acogerse a ella perciban unas rentas del 95% del salario neto de los últimos 6 meses previos al primer ERTE de 2020 o bien que se dé una actualización de éstas equivalente al IPC+0,25% todos los años (si el IPC fuese negativo, se actualizará el 0,25%), hasta que las personas se puedan ir sin ver mermado su porcentaje de jubilación. Asimismo, solicitan que el personal pueda elegir voluntariamente entre mantener su puesto de trabajo actual o una indemnización por despido de 45 días por año trabajado sin límite; o entre una excedencia voluntaria con reserva de puesto de trabajo equivalente a la situación de excedencia, por guarda legal durante 3 años y con una aportación mensual de 1.300 euros.

Los sindicatos también han introducido una cláusula que supondría una renuncia expresa de la compañía a acudir a empresas externas para desarrollar aquellas actividades que en la actualidad se desarrollan en su seno; y que, en la próxima década, el número de personas contratadas directamente por la empresa no podrá ser inferior a la suma del personal actual de la empresa, menos el personal que acepte la jubilación voluntaria y el de adscripción voluntaria a indemnización. Asimismo, piden que la totalidad de los contratos resultantes sean indefinidos aunque, temporalmente, se podrán restar las excedencias voluntarias durante el tiempo que duren las mismas.

“Con las salidas definitivas o temporales que se dieran en base a este acuerdo se daría por cerrado el proceso de ERE presentado por la empresa, comprometiéndose también a mantener el empleo resultante de esta fórmula un mínimo de10 años; y hacer inversiones para la mejora de las instalaciones y de la adaptación a la transición energética equivalentes al 1% de la cifra de negocios del año anterior”, matizan. Por lo que respecta al ERTE, los sindicatos proponen un expediente del 40% de las jornadas hasta el 30 de septiembre y para el resto de la plantilla, así como que englobe complementos hasta el 100% del salario “sin que afecte a las pagas extras ni a las vacaciones”, apostillan.

Hasta el momento, la dirección de Tubacex ha mantenido que “está lejos” de esas propuestas y ha planteado reducir el número de despidos a 136 y aumentar la indemnización de las salidas forzosas a 25 días por año trabajado con un límite de 18 mensualidades. En este punto, fuentes sindicales han explicado que de los 150 despidos planteados en un principio, 41 corresponden a puestos que se van a subcontratar una vez se ejecuten las salidas. Además de la reunión aplazada de ayer a hoy, las partes están citadas a una última reunión de esta fase negociadora para mañana miércoles (10 de marzo).

En medio de todo ello, los representantes de los trabajadores se reunieron con miembros del departamento de Industria del Gobierno Vasco, que se ofreció para mediar en el conflicto para evitar los despidos en la empresa; y también la consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, instó tanto a la dirección como a los trabajadores de Tubacex a sentarse a negociar de forma “civilizada” y, en aras a pactar, “hacer un esfuerzo ahora” que sea revertido cuando la empresa vuelva a “una situación de bonanza”. Desde el inicio de la huelga indefinida el pasado 15 de febrero, los trabajadores de las plantas de Llodio y Amurrio llevan a cabo, diariamente, movilizaciones para visibilizar su situación. Según la compañía tubera, Tubacex cerró 2020 con unas pérdidas de 25,3 millones de euros, “que provienen mayoritariamente de los resultados negativos de las plantas vascas”, frente a los 11 millones de beneficio que tuvo el año anterior.