- Curvas, pendiente pronunciada y cierto vértigo, pero un ejercicio cerrado con un notable alto. Kutxabank ganó el año pasado 180,3 millones de euros, lo que supone reducir casi a la mitad los beneficios. Con todo, la letra pequeña es en este caso muy importante. El banco de las antiguas cajas de ahorro ha destinado 346 millones de euros a provisiones, a generar un colchón de liquidez con el que hacer frente al peor de los escenarios posibles: un torrente de impagos de hipotecas y créditos que estreche los márgenes de liquidez.

Con ese escudo y ratios de solvencia y morosidad muy por encima de la media que alejan el horizonte más negativo, Kutxabank afronta con fortaleza un año clave en la recuperación de la economía y con capacidad para apoyar a empresas y familias. Como el alumno que supera con nota alta un examen sorpresa, el banco vasco se sitúa a la cabeza del sector, con ritmos de crecimiento lejos del alcance de la mayoría de las entidades.

En un contexto, de “máxima prudencia” que ha forzado a la entidad financiera vasca a aumentar en 214 millones las provisiones, Kutxabank ha concedido más 4.175 millones de euros en apoyo financiero a familias y empresas afectadas por la pandemia. Según explicó el banco en un comunicado, la “intensa actividad comercial” le permitió mejorar las cuotas de mercado en hipotecas, carteras delegadas, fondos de inversión, planes de pensiones y EPSV.

La inversión crediticia creció un 6%, con una destacada aportación de los préstamos hipotecarios, que marcan crecimientos récord. Al tenor de estos datos, el presidente de Kutxabank, Gregorio Villalabeitia, valoró el ejercicio como “extremadamente complejo, un auténtico test de resistencia para el sector financiero”, que el banco ha “superado con solidez, dejando patente una vez más la fortaleza y escalabilidad del modelo de negocio de Kutxabank, a la vez que se ha mejorado la posición relativa del banco en el sector”.

Por su parte, el consejero delegado del banco, Javier García Lurueña, subrayó que “la clave del ejercicio” estuvo en la “buena evolución” de los principales productos core, entre los que destacan el crecimiento en hipotecas, los productos fuera de balance y la actividad aseguradora, apoyados en una propuesta de valor digital”.

En un contexto caracterizado por el desplome “sin precedentes del PIB, el incremento de la tasa de paro, o la caída continua de los tipos de interés”, la “solidez del modelo” de negocio bancario de Kutxabank se ha reflejado en la estabilidad de sus ingresos bancarios recurrentes que, con 1.076,9 millones de euros, se sitúan en línea con los resultados alcanzados en 2019. Destaca que cerca del 50% de estos resultados proviene de ingresos diversificados no dependientes de los tipos de interés Todo ello, añadieron, con un “bajo perfil de riesgo” y una “fuerte posición de solvencia y liquidez”.

El volumen de negocio siguió creciendo, con un crecimiento en los recursos de clientes del 6,9%, hasta alcanzar en las redes de negocio los 68.609 millones. El banco registró suscripciones netas por valor de 1.553 millones, un 124% más que en 2019. En relación al sistema de gestión delegada de carteras, se situó, dentro de los productos de previsión, como la cuarta gestora con un patrimonio gestionado que supera los 10.000 millones. Además, consolidó su “claro liderazgo” en el mercado vasco de productos de previsión individual, con una cuota del 49% (108 puntos básicos más), un patrimonio gestionado de más de 6.000 millones de euros (+5%).

En la red de empresas, Kutxabank apuntó que la nueva contratación de activo a medio y largo plazo se ha incrementado “de forma notable, espoleada por el elevado” volumen de ayudas Covid gestionadas por la entidad. Sin embargo, las partidas de financiación de circulante se ralentizaron a causa del empeoramiento del ciclo económico. En total, se han formalizado 1.669 millones en nuevas operaciones. Los préstamos hipotecarios a las familias alcanzaron los 3.535 millones (+9,7%), cumpliendo los objetivos fijados para el ejercicio antes de la pandemia.

Provisión. Kutxabank ha destinado un total de 457 millones de euros -346 millones con cargo a resultados del ejercicio y otros 111 millones deducidos del capital- para cumplir la nueva recomendación del supervisor de alcanzar una cobertura progresiva de hasta el 100% de los activos dudosos.