El conflicto laboral entre la dirección de Tubacex y los empleados de las plantas alavesas sigue enquistado y ambas partes mantienen sus diferencias en torno a los 150 despidos que plantea la empresa, en un día en el que una protesta de trabajadores ha acabado con 3 detenidos y 13 ertzainas contusionados.

La dirección y el comité de las plantas de Llodio y Amurrio han vuelto a reunirse este martes para hablar sobre el ERE que la empresa anunció el pasado 8 de febrero, que puede afectar a 150 empleados, y sobre el ERTE para el resto de la plantilla integrada por unos 800 trabajadores.

En el encuentro la dirección ha vuelto a comunicar que mantiene encima de la mesa el ERE por los problemas estructurales de la compañía por la crisis internacional y la caída de pedidos, mientras que el comité opina que los problemas son coyunturales y plantea medidas temporales en lugar de despidos.

Horas antes de comenzar la reunión, los trabajadores, que secundan una huelga indefinida desde el 15 de febrero, se han concentrado a las puertas de la fábrica de Llodio como suelen hacer habitualmente desde la huelga indefinida que secundan desde el pasado día 15.

En el momento en el que accedían a la planta autobuses con "personal de dirección", según el comité, han comenzado los incidentes.

Según la Ertzaintza, los agentes han pedido a los manifestantes que se apartaran y estos han respondido lanzando petardos. Sin embargo, fuentes del comité han asegurado que la protesta ha consistido en una "sentada pacífica" y que la actuación de los agentes ha sido "totalmente desproporcionada".

Los enfrentamientos se han saldado por la mañana con dos de los manifestantes detenidos y con 13 ertzainas contusionados que han sido atendidos en un centro sanitario.

Por la tarde se han repetido los incidentes cuando los autobuses han salido de la fábrica y ha sido detenida otra persona, ha confirmado el Departamento de Seguridad.

Condena de Tubacex

La dirección de Tubacex ha expresado su condena a la violencia y ha subrayado el derecho que tienen todos los trabajadores que así lo deseen de acudir a su puesto de trabajo. También ha reiterado su disposición al diálogo.

Por su parte, el sindicato de la Ertzaintza Erne ha pedido al Departamento de Seguridad más medios materiales y humanos para garantizar la seguridad de los agentes en este tipo de actuaciones porque son "lamentables" las condiciones en las que hacen su trabajo.

"Son tiempos en los que desgraciadamente agredir a la Policía se ha convertido en el hobby de los violentos y lamentablemente el Departamento que debe protegernos nos manda a la guerra para perder", ha asegurado Erne.

También el sindicato de la Ertzaintza SIPE ha calificado de "incompetentes" a los mandos que han organizado la actuación policial al mandar a "23 ertzainas de la Brigada Móvil para contener un acto" que era imposible de frenar con esos medios.

Reunión

En cuanto al contenido de la reunión entre ambas partes, uno de los representante del comité, Jonatan García, de LAB, ha explicado que la dirección ha presentado un plan de salidas incentivadas voluntarias y la opción de algunas prejubilaciones y se negado a retirar de la mesa el ERE.

El comité asegura que no negociará hasta que desaparezca esa amenaza de los despidos. El próximo encuentro con la dirección tendrá lugar el 2 de marzo.