La empresa vasca Graphenea ha firmado un acuerdo con la madrileña Lantania para estudiar el uso del grafeno en hormigones en un proceso que concluirá con la aplicación en una obra real de aditivos basados en óxido de grafeno, material cuyas características “pueden permitir una reducción de la huella de carbono”. El objetivo de estas pruebas es que se puedan incorporar al mercado aditivos para hormigón “que ofrezcan mejoras significativas en rendimiento”, informaron ayer estas empresas en un comunicado.