- Tras varios meses de letargo de la actividad y sin un horizonte claro en el que volver a los ritmos previos a la pandemia, Confebask advirtió ayer que empresas vascas ligadas a los sectores en los que más está bajando la actividad ya están valorando un cambio de estrategia. Así, pasarían de la congelación de los puestos de trabajo a través de una regulación temporal de empleo a realizar un ajuste de plantilla con el que adecuarían su estructura al escenario actual.

Algunas grandes compañías -la última en hacerlo fue Aernnova el pasado miércoles- ya han dado ese paso, pero la patronal vasca teme que la dinámica puede generalizarse y dar inicio a una escalada del paro, con especial incidencia en las empresas de menor tamaño.

Así lo dejó entrever su presidente, Eduardo Zubiaurre, que destacó que esas compañías con su actividad bajo mínimos se enfrentan a un dilema: volver a recurrir al mecanismo de los ERTE en medio de la segunda ola de la pandemia o adoptar “una serie de medidas más traumáticas, más drásticas, para hacer viable el negocio que tienen”.

Tras asegurar que “no habrá más remedio” que aceptar la prórroga de las restricciones, si las autoridades sanitarias así lo deciden, pidió medidas compensatorias para sectores como la hostelería. En una entrevista concedida a Radio Euskadi, destacó que en esta “situación inédita” y llena de “incertidumbre” es muy complejo realizar valoraciones y previsiones en el ámbito económico.

Lo que sí ha constatado Confebask es que el empresariado vasco “sufre todo esto con muchísima preocupación, muchísima atención e intentando estar centrados en las medidas y en los apoyos que necesitan las empresas y las personas para poder superar esta situación de la mejor forma posible”.

Insistiendo en el discurso de los últimos meses, Eduardo Zubiaurre resaltó la importancia de preservar la salud, pero también cree “igual de importante”, si se quiere mantener el bienestar de las personas y del país, “salvar la actividad económica, los empleos y las empresas, porque, si no, va a ser imposible que esto pueda continuar” y mantener el estado de bienestar.

La actividad que más está sufriendo en estos momentos es la hostelería y el presidente de Confebask pidió a las administraciones que apoyen al sector con medidas compensatorias para que “puedan pasar este periodo de la mejor forma posible y no ponga en riesgo su viabilidad”.

“Nos gustaría que fueran rápidas, que fueran eficaces y ayudaran al sector a salvar esta situación, y evitáramos que se produjeran cierres y destrucción de empleo en un sector que tiene su importancia, remarcó.

La hostelería, al igual que todas las actividades que están bajo mínimos, se enfrentan de nuevo a la tesitura de tomar decisiones para reducir sus gastos y las nóminas de los trabajadores es uno de los capítulos que más impacto tiene en ese frente.

Así, subrayó que hay una duda que comparten todos los empresarios. “Si es capaz de mantener los empleos a través de los ERTE, con ese compromiso de mantenimiento del empleo, esperando que la recuperación pueda llegar, o prevé una situación todavía de muchísima dificultad donde no va a ser capaz de mantener todo el empleo que tiene y prefiera adoptar alguna medida de reducción de su plantilla”, explicó.

En su opinión, en el mundo empresarial, ha habido “dos grandes medidas, muy positivas y muy utilizadas”, como la las vías de financiación, de disponibilidad de liquidez, “en buenas condiciones, para poder sortear esta situación de baja demanda y mucha incertidumbre”, y la de los expediente de regulación temporal de empleo.

Además, consideró “una noticia muy positiva” la relajación en las condiciones de devolución de dinero de los créditos de Elkargi e ICO porque “todavía hay un nivel de incertidumbre muy grande” y se prevé que la primera parte de 2021 pueda ser “todavía de dificultades, de poca actividad, de tener que resistir y de aguantar”.