- La banca española está en un escenario adverso no solo por la crisis derivada de la pandemia sino porque se espera un escenario de tipos de interés muy bajos para varios años lo que no ayuda al negocio bancario... salvo que logre reducir costes y alcanzar mayores economías de escala, y aunque los problema de los bancos son más de aumentar ingresos, bienvenidas sean operaciones, si se consolida, como la de BBVA y Banco Sabadell.

Su integración crearía un grupo bancario que sería el segundo más grande en el mercado español tras CaixaBank-Bankia pues configurarían una entidad financiera con más de 950.000 millones de euros en activos.

Su plantilla inicial estaría compuesta por 148.028 empleados, de ellos 45.800 en España. Esta nueva entidad resultante de la integración del Sabadell en el BBVA cuenta con una red formada por 9.769 oficinas, de las cuales 4.200 estarían en territorio del Estado español. Esta es la teoría, la realidad apunta a que el proceso dada la enorme complementariedad de sus redes de sucursales generará un importante excedente, tanto de oficinas como de personal en plantilla.

Es más, mientras el BBVA en la pasada presentación de resultados avanzó que no pensaban recurrir a un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para recortar plantilla, el Sabadell ya está en ello. En concreto, la dirección del banco catalán presentó días pasados su propuesta de inicio para abordar el proceso de ajuste sobre un máximo de 1.800 empleados con prejubilaciones a partir de los 57 años y bajas incentivadas con indemnización de 35 días de salario por año trabajado y una anualidad.

En las prejubilaciones ofrece el 70% del salario anual asignado y la firma de un convenio especial, con un máximo de 250.000 euros. Para los empleados con edades comprendidas entre los 63 y 64 años, la entidad propone un 20% del salario anual asignado.

El mercado financiero había descontado hace ya tiempo la venta del Sabadell, no sólo porque su tamaño le genera problemas de rentabilidad, sino también por el elevado riesgo potencial que encierra su balance. El banco presidido por Josep Oliu y gestionado por Jaume Guardiola está focalizado en el crédito a las empresas, principalmente a las pymes, lo que le hace vulnerable a las consecuencias de la pandemia a corto y medio plazo.

En el caso de Euskadi la duplicidad de oficinas también será importante porque no hay que olvidar que el Sabadell tiene una notable presencia tras la integración del antiguo Guipuzcoano.

De hecho, el Sabadell sumó en los nueve primeros meses del año en el País Vasco 5.373 nuevos clientes para alcanzar 11.942 millones de euros de negocio total, un 4% más, con unos recursos totales de clientes de 7.387 millones de euros.

El cuanto a resultados, el BBVA pese a registrar un beneficio de 1.141 millones de euros en el tercer trimestre de este año, el balance de los nueve primeros meses de este 2020 es de unas pérdidas de 15 millones de euros.

El banco presentaba una tasa de mora del 4,3% con unos ratios de capital CET 1 phased-in alcanzó del 11,99% y CET 1 fully loaded del 11,52%,

Por su parte, el Banco Sabadell cerró los nueve primeros meses del año con un beneficio de 203 millones, un 74,5% menos que un año antes por las mayores provisiones. La tasa de capital del banco se elevó en 22 puntos básicos en el trimestre, hasta el 12,9%, por lo que mejoró la ratio CET 1 fully loaded en 9 puntos básicos.