- El modelo empresarial en el que los trabajadores son los propietarios del negocio ha demostrado una fuerte resistencia a las duras consecuencias económicas que acarrea la crisis generada por el covid-19 ya que, según destacó ayer la Asociación de Sociedades Laborales de Euskadi, Asle, en la actualidad solo una de cada cuatro tiene en vigor un ERTE.

La asociación empresarial dio a conocer ayer alguna de las conclusiones que ha recogido su Observatorio covid-19, entre las que destaca la capacidad de este modelo de mantener los puestos de trabajo y recuperar la actividad económica una vez superado el periodo más duro correspondiente al parón obligado por el decreto de estado de alarma.

Uno de los aspectos que mejor reflejan la fortaleza de la empresa participada por sus trabajadores es la evolución de los ERTE en vigor. Asle explicó que al inicio de la pandemia la mitad de los negocios de este modelo se vio obligada a aplicar esta herramienta, en una proporción similar al resto de empresas vascas.

Sin embargo, a día de hoy tan solo una de cada cuatro firmas mantienen un expediente temporal de regulación de empleo en vigor, la mayor parte integradas en el sector servicios y con pocas personas trabajadoras.

Según los datos recogidos por el observatorio en sus dos fases de junio y septiembre, los servicios fueron el sector más afectado dado que el 60% de sus empresas se vio obligada a aplicar un ERTE. En el caso de la industria este porcentaje bajó al 30% mientras que la menos perjudicada fue la construcción, donde solo el 10% de las compañías aplicaron esta medida.

Si bien los servicios presentan más dificultades para recuperarse de los efectos provocados por la pandemia, la evolución de los ERTE ha sido positiva y la mayor parte de las sociedades laborales ha retirado los expedientes lo que, según subrayó Asle, refleja “la resistencia de este modelo a medida que avanza la crisis derivada del covid-19”.

Su presidente, Kepa Olivares, atribuyó el hecho de que los ERTE hayan afectado en menor medida a las sociedades laborales que a otros modelos empresariales a la capacidad para llegar a acuerdos y a la flexibilidad que le aporta que sean los propios trabajadores los dueños de la empresa. “Las sociedades laborales han demostrado nuevamente en esta situación adversa que son un ejemplo de entendimiento, paz social y resiliencia”, agregó. Estas características, según Asle, sitúan a este modelo empresarial en “un mejor punto de partida” para afrontar la salida de la crisis económica.

Este esfuerzo estará protagonizado por diversas iniciativas encaminadas a fortalecer este modelo empresarial a través de modificaciones en la Ley de Sociedades Labores y Participadas. En este sentido, Asle anunció que trabajará para mejorar el tratamiento fiscal que se aplica a este modelo con el objetivo de obtener mejoras que propicien una recuperación más rápida de la crisis económica.

También avanzó que fomentará la capitalización del desempleo en la sucesión empresarial y eliminar así un obstáculo a la extensión de este modelo en el tejido empresarial vasco.

Otro de los desafíos que afrontará Asle es el impulso de procesos de emprendimiento y de relevo del empresariado a través de las personas trabajadoras de la compañía, así como reestructuraciones empresariales. Kepa Olivares afirmó que “todos estos procesos tienen por objeto el empleo, el enraizamiento territorial, la competitividad y la sostenibilidad empresarial”.

Respecto a la situación actual, y al margen del descenso de ERTE, la asociación empresarial citó como un aspecto positivo que sus asociadas no presentan problemas de liquidez ni dificultades financieras gracias a las ayudas canalizadas por Elkargi y el ICO, aunque advirtió de que la caída de la actividad y la incertidumbre preocupan a sus socias.