- El Comité de empresa de Tubacex ha decidido aprovechar el paso de la Vuelta ciclista por Aiaraldea, prevista para el martes (27 de octubre), para hacer visibles las reivindicaciones laborales por las que llevan movilizándose las plantillas de las fábricas de Llodio y Amurrio desde el pasado 17 de septiembre. De esta forma, hay convocada para ese día una nueva jornada de lucha en favor del empleo en la comarca y en contra de cualquier recorte salarial o social en las plantas ayalesas de la factoría tubera, que consistirá en un paro de 24 horas “desde el relevo de mañana hasta el de noche” y una concentración, a las 13.30 horas, junto a la plaza de toros de Orduña, por donde está previsto que pasará la famosa carrera, y a la que se solicita acudir con ropa identificativa de la empresa.

Por lo que respecta al proceso de negociación del nuevo ERTE que la Dirección pretende poner en marcha una vez finalice el actual -es decir, del 4 de noviembre al 4 de febrero de 2021 y que afectaría a 674 empleados (prácticamente la totalidad de las plantillas, en las fábricas de Amurrio y Llodio)- la reunión del jueves volvió a evidenciar lo alejado de las posturas. Y es que a la petición de documentación por parte de los sindicatos -de cara a entender las causas que justifican el nuevo expediente de regulación temporal de empleo (plan estratégico del grupo, cuentas auditadas de TTI y Acerálava, contratos de clientes y comunicación de renegociación de pedidos o cancelación de los mismos, ahorro del ERTE actual y previsión del que se está negociando, entre otras)- “se atreven a decirnos que no nos hace falta. Una vez más muestran poca trasparencia y generan dudas de si lo que proponen está del todo justificado”, explica Eduardo Ibernia, delegado de ELA.

Así las cosas, “viendo que no hay ningún movimiento por parte de la empresa y que otro punto que se obligan las partes en una negociación de ERTE, es el intento de atenuar las consecuencias económicas que pudiera originar en los trabajadores y trabajadoras afectadas, ELA ha asumido esa responsabilidad, marcando las pautas por las que tendría que dirigirse la negociación”, añade. En concreto, éstas pasan por una regulación máxima del 50%, frente al 60% del actual y el 80% planteado desde la Dirección, “teniendo en cuenta que la regulación media de TTI y Acerálava del ERTE actual está siendo del 38% y 51%, respectivamente”, matiza.

De igual forma, solicitan un año de garantía de empleo “una vez finalizado el ERTE, para aparcar la amenaza de despidos”, y se muestran dispuestos a valorar una duración mayor del nuevo ERTE (hasta seis meses, frente a los tres planteados), “siempre y cuando se respete el punto anterior”, y motivado porque “las perspectivas de esta crisis temporal no parece que se vaya a solucionar antes”, aclaran. Asimismo, recuerdan que la plantilla está soportando desde mayo la merma económica derivada del ERTE actual y por el que “la empresa se está ahorrando 700.000 euros mensuales”. En este sentido, consideran que “es momento de hacer un gesto a la plantilla, agradecer el esfuerzo realizado y demostrar que apuestan por las plantas de Llodio y Amurrio, y no limitarse a posibilitar acciones formativas en informática, soldadura y prevención, mientras siguen amedrentando con que las medidas estructurales que plantearon ya igual no son suficientes”, espetan, en la confianza de que la empresa valore la propuesta sindical y tome alguna iniciativa de cara a la próxima reunión de la mesa negociadora.

Por otro lado, el Comité de empresa de Tubacex ha querido salir al paso de las declaraciones realizadas esta semana por el Consejero Delegado de Tubacex, Jesús Esmorís, cuando éste afirmó que “producir en Euskadi nos cuesta más que en Austria, Noruega o Italia” y que el coste laboral medio en las plantas alavesas es de 74.000 euros. “Habría que saber de dónde sale este dato. Pedimos rigor y seriedad en estas afirmaciones. No hay derecho que lo diga una persona que, sin querer desmerecer su labor, cobra muchísimo más que eso. Podemos asegurar que la media de la plantilla no se acerca ni de lejos a esas cantidades, salvo que esté metido el Comité de Dirección y altos cargos”.

De igual forma, critican que Esmorís “ha falseado el dato de que el absentismo en nuestras plantas es del 10%, introduciendo nuestros días de libre disposición, los días de permiso retribuido contemplados en el Estatuto de los trabajadores, así como las horas sindicales que por ley corresponden a los representantes de los trabajadores”; y añaden que “el verdadero absentismo de nuestras plantas es mucho menor y sería aún menor si la accidentabilidad y consecuentes incapacidades estuvieran en parámetros más normales”. En este punto recordaron que “desde que Jesús Esmorís dirige esta compañía, en nuestras plantas, cuatro compañeros no han vuelto a casa de sus puestos de trabajo, pero parece ser que todo vale para esta guerra sucia”.

Por lo que respecta al dato de que “la facturación ha caído un 50%”, a los sindicatos les hace aún más incomprensible que se plantee un nuevo ERTE de hasta un 80 % de regulación. Asimismo, desmienten que en las plantas de Llodio y Amurrio solo se fabriquen el 30 % los productos totales que Tubacex comercializa. “No es lo mismo lo que nosotros comercializamos que lo que pasa por nuestras plantas. Somos el alma de Tubacex y la cabecera de la mayor parte de sus productos”, afirman desde el Comité, que se reitera en que “han aprovechado una crisis para ajustar nuestros salarios de manera definitiva. Y si no despidos”, subrayan, sin olvidar que “de las plantas ya han salido 150 personas, por no hablar de empleos indirectos”.

Con todo, desde el Comité siguen mostrándose dispuestos a hablar de lo que haga falta, “pero desde el respeto y no desde la imposición. Si tan claro tuviesen todo lo que dicen, no nos negarían lo que en repetidas reuniones estamos solicitando”, señalan, en referencia al plan estratégico de todo el grupo y el plan industrial de las plantas que les conciernen; así como cuentas auditadas de las plantas de Italia, Austria y Noruega “que tan rentables dicen que son” y medidas que se han tomado en ellas. Mientras tanto, “no nos queda más remedio que estar unidos y seguir oponiendo resistencia a los planteamientos de recortes que se nos presentan”, apostillan.