--España ha descendido cinco puestos en el Ranking Mundial de Competitividad Digital elaborado por la escuela de negocios IMD, pasando desde el puesto 28 a la posición 33, lo que supone el “peor resultado” cosechado por el país desde el inicio de este índice de competitividad global, que este año cumple su cuarta edición.

IMD señala que la bajada de España en la edición de 2020 del ranking, que mide la capacidad de 63 países para la transformación económica a través de las tecnologías digitales, se debe a la menor puntuación obtenida en la práctica totalidad de los factores y subfactores analizados para la elaboración de este índice.

En concreto, España cae en los tres factores principales que conforman el estudio (Conocimiento digital, Tecnologías digitales y Preparación para un futuro digital), así como en ocho de los nueve subfactores que en ellos se integran. A este respecto, detalla que talento, formación, legislación, capital, infraestructuras, capacidad de adaptación, agilidad empresarial e integración de las Tecnologías de la Información (TI) sufren en España caídas de entre dos y trece posiciones.

Añade que únicamente el subfactor concentración científica, que analiza el porcentaje de gasto en I+D respecto al PIB, el número total de empleados en I+D per cápita o el número de robots utilizados en educación e I+D, entre otros, se mantiene estable con respecto al resultado del año anterior.

IMD subraya que la pérdida de posiciones más significativa se encuentra en el factor relativo a la preparación para un futuro digital, donde España pasa de la posición 27 a la 40, lo que evidencia la necesidad de desarrollar aspectos como la adaptación individual a la tecnología, la agilidad empresarial y la integración de las TI en la sociedad. Asimismo, continúan como tareas pendientes mejorar el uso de Big Data y analytics (61) y la transferencia de conocimiento empresarial (50).

En el lado de las fortalezas, España se sitúa entre las diez mejores economías en el uso de robots en el ámbito de la educación e I+D (7), la productividad por publicación en I+D (8) y la utilización de robots en la industria (9). Destaca también en la velocidad de banda ancha (14) y la capitalización bursátil de la tecnología (14).