- La pandemia es una encerrona para la mayoría de las empresas y ninguna escapa de su sombra. Tampoco las que tienen detrás un gran desarrollo tecnológico como ITP. ¿Cómo se están viviendo estos días en ITP Zamudio?

—GAIZKA ALDAZABAL: Desde que nos dieron la noticia del despido colectivo la incertidumbre es brutal. Lo llevamos como se puede. La gente está respondiendo a las concentraciones y nuestra postura es clara: no queremos despidos traumáticos, queremos sentarnos en una mesa de buena fe e intentar buscar otras salidas.

Piden separar las negociaciones, que cada planta tenga su mesa y que Zamudio pueda negociar su futuro. ¿Qué comenta la empresa?

G.A.: No hemos tenido ninguna reunión con la empresa desde el día 31 de agosto, cuando se anunció el inicio del expediente de regulación. La constitución de la mesa supuestamente se hace el día 15 [el próximo martes] y nuestro objetivo es que la empresa retire el ERE antes de ese día. Ir a una negociación única a nivel estatal complica y desvirtúa la situación, ya que cada centro tiene una casuística. Y somos responsables y representantes legales de los trabajadores de Zamudio, nuestra legitimidad acaba en Zamudio. Nosotros no podemos decidir el futuro de los compañeros de Madrid al igual que no queremos que ellos decidan nuestro futuro.

¿Y la mesa se constituiría en principio en Madrid?

—G.A.: No tenemos calendario de reuniones, no lo sabemos. Solo sabemos que, si no se retira el ERE, la mesa se constituye el día 15. ELA es el sindicato mayoritario en Zamudio con diez de los 23 representantes del comité, pero pasaríamos a ser tres en una mesa de 13. Hasta ahora los ERTE se han negociado en cada centro, esto es diferente para todos. Zamudio tiene un convenio colectivo propio en vigor como otras plantas del grupo tienen el suyo y no tenemos un comité intercentros, cada centro tiene uno propio. Estamos totalmente en contra del fondo, hacer despidos, y de la forma, hacerlo en una mesa única.

¿Consideran que con ese esquema de negociación se intenta diluir las diferentes sensibilidades?

—IRATXE AURRE (I.A.): Sí. El ERE se plantea para el 15% de unas 2.100 personas en todo el grupo y, de ellas, 1.200 son de Zamudio. El peso relativo de Zamudio se queda en nada tal y como plantean la mesa. El comité de Zamudio quiere analizar su situación porque tenemos legitimidad para hacerlo como hasta ahora se ha hecho. Si la empresa plantea esta mesa estatal será por que algún beneficio tiene.

La plantilla ya se está movilizando.

—G.A.: Empezamos el martes con una batería de concentraciones ante la empresa, el jueves fue la última jornada. El seguimiento y la valoración es muy positiva. Luego está la manifestación [celebrada ayer] de Bilbao. La idea, y también el espíritu que se respira en planta en Zamudio, era llenar la Gran Vía con un mensaje muy claro: No queremos despidos y estamos dispuestos a buscar alternativas para Zamudio, para nuestro centro de trabajo, y negociarlo en Zamudio.

¿Qué margen de maniobra hay para otras alternativas? ¿La media de edad de Zamudio permite prejubilaciones o...?

—G.A.: Tenemos encima de la mesa es un expediente de extinción de empleo y lo que queremos hacer con las movilizaciones es revertir esa situación y sentarnos a negociar. No tenemos mucho más que decir.

—I.A.: La empresa ha hecho un planteamiento, nosotros queremos que se plantee de otra forma y a día de hoy no vamos a proponer cosas cuando no podemos hacer nada.

¿Temen que Rolls-Royce, que tiene el 100% del capital, desplace fuera de Euskadi la sede o el negocio?

—G.A.: No tenemos una bola de cristal, sería especular. Cuando se produjo la venta por parte de Sener, desde la sección sindical de ELA lo valoramos de forma no positiva, no tanto negativa, porque pasamos a ser una multinacional

—I.A.: El caso es que como con Rolls siempre hemos estado de la mano, era ya socio, de lo malo malo era alguien conocido, habíamos trabajado con ellos. Pero como dice Gaizka es una multinacional. Podemos hacer nuestras cábalas, pero a ciencia cierta no sabemos nada.

Y por si fuera poco Rolls quiere vender la compañía.

I.A.: Bueno, llevamos tiempo en venta. Es una multinacional, dicen que quieren liquidez y entras en un juego que no controlas.

La situación del conjunto del sector aeronáutico es crítica, pero no hay un problema estructural.

—G.A.: Zamudio tiene futuro. Estamos en medio de una pandemia a nivel mundial, pero es algo coyuntural. Todos deseamos que pase cuanto antes mejor, que aparezca una vacuna y que la economía se reactive. A partir de ahí, hay que retroceder a hace seis meses cuando estábamos marcando picos históricos de producción en Zamudio. Los beneficios de los últimos años han sido también históricos. Se ha invertido en innovación, la plantilla está especializada y Zamudio tiene un futuro muy prometedor.

—I.A.: En el periodo 2016-2019 Zamudio ha tenido un beneficio de 260 millones de euros y ha repartido 23 millones en dividendo. Datos de Zamudio, sin el resto del grupo. La planta tiene futuro pero los trabajadores también, lo que no vale es aprovechar una pandemia para intentar tirar abajo empleos y condiciones laborales, que es lo que también pueden intentar hacer.

¿Qué van a hacer si los próximos días les comunican que el día 15 empiezan las reuniones en Madrid?

—G.A.: El miércoles registramos cuatro días de huelga para mostrar nuestro total rechazo al fondo y a la forma del ERE. Pararemos Zamudio si no se retira el ERE y negocian alternativas. ¿Se han puesto en contacto con la Administración?

—G.A.: No, pero es hora de que la Administración actúe y que estas empresas con estos beneficios que no puedan actuar de esta manera durante una pandemia.

—I.A.: La empresa quiere hacernos trampas y no queremos trampas. Han tenido beneficios espectaculares y no pueden aprovechar la situación actual para hacer lo que hubiesen deseado hace diez meses. Si han tenido beneficios, que tengan en cuenta todo el esfuerzo que ha hecho la plantilla para conseguir esos resultados.