- La pandemia y la crisis económica generada por las restricciones del covid han frenado también el tránsito de la economía hacia un horizonte más respetuoso con el clima y el planeta. Sin embargo, no han reducido la intensidad del debate y uno de sus principales defensores en el ámbito productivo, Iberdrola, planteó ayer la necesidad de pisar el acelerador para alcanzar esa meta de desarrollo más eficiente y limpia desde el punto de vista de la energía: “Hay que correr, correr y correr; no es lo mismo hacerlo en diez años que en cinco”.

El primer ejecutivo de la eléctrica vasca, Ignacio Sánchez Galán, defendió que imprimir más ritmo en la aplicación de la estrategia por el clima no solo acercaría el objetivo de fijar unas claves económicas más verdes, también supondría un elemento dinamizador de la recuperación que puede impulsar el crecimiento y el empleo en un momento crítico para la mayoría de las empresas.

“Hay que invertir y correr”. Ese fue el mensaje de Galán en su intervención en el pleno extraordinario Recuperación y reconstrucción de la economía española: desafíos y prioridades, organizado por la Cámara de Comercio de España. En el encuentro, presidido por la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, participaron líderes de empresas con un peso del 50% del Ibex 35.

Partiendo de la base de que rescatar a la economía de la marejada provocada por el covid requerirá unos planes de reconstrucción “de una magnitud sin precedentes”, el presidente de la compañía líder mundial en energía renovable afirmó que, si las estrategias de reactivación se alinean con el medio ambiente “no solo facilitarán una recuperación lo más rápida posible, sino que se convertirán en una oportunidad para transformar nuestra economía, haciéndola más moderna y más sólida, más internacionalizada y más competitiva”.

Hay algunas cuestiones que ya están diseñadas. Es el caso del plan de descarbonización elaborado por el Gobierno español de cara a 2050 o el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030. Son resortes que “van en esa dirección”, y que puede movilizar 240.000 millones de euros y crear 300.000 empleos, a juicio del presidente de Iberdrola.

Por ello, Galán planteó adelantar los objetivos del PNIEC a 2025, acortar en definitiva cinco años los plazos de modo que casi se culmine el programa esta legislatura. ¿Cómo puede acelerar el Ejecutivo de Pedro Sánchez en esta materia? El número uno de Iberdrola considera que será posible si se desatasca uno de los principales cuellos de botella: “el problema” de las tramitaciones administrativas.

“Tenemos un sistema administrativo en el que trabajamos en serie; hasta que no se aprueba un papel no pasa a la siguiente ventanilla. ¿Por qué no se pueden presentar todos a la vez? Es verdad que en muchos casos haremos un trabajo innecesario, pero adelantaremos todos esos trabajos”, señaló. No hay tiempo que perder porque para salir de la crisis “hay que invertir” y hay que hacerlo de manera rápida, con urgencia, “porque, si no corremos nosotros, hay otros que van a correr” y serán más competitivos cuando acabe la tormenta.

Ese sobreesfuerzo en favor de la transición energética debe apoyarse en una estrategia que permita a España evitar gastos e inversiones improductivas. En ese sentido, apuntó que hay que ayudar a los sectores que no tienen futuro para que tengan los menores problemas posibles, pero remarcó que hay que apostar sobre todo por impulsar las actividades que tienen perspectivas más favorables. Se trata en definitiva de seguir los dos ejes que han marcado la Comisión Europea y el Gobierno español: “la economia verde y la digitalización”.

Según explicó, la economía verde tiene incidencia en numerosos temas y sectores, mejora la competitividad porque permite producir energía mas barata que hoy con fuentes tradicionales; reduce emisiones en contaminación, mejora la balanza de pagos “y muchos de esos temas se pueden hacer en la España vaciada y no concentrándonos en las grandes urbes”.

Por último, el presidente de la eléctrica vasca ratificó el compromiso de la compañía que dirige con el proceso de reconstrucción y transformación. “Hemos acelerado nuestras inversiones, que alcanzarán los 10.000 millones de euros este año, el doble de lo invertido en los últimos cinco años. Además, en los últimos meses hemos adelantado pedidos a nuestros proveedores por cerca 7.000 millones de euros, para darles la visibilidad que requieren en estos momentos y contribuir al mantenimiento de los más de 400.000 empleos que generamos a lo largo de toda la cadena de valor”, dijo.

Más de un tercio de este volumen se ha destinado a empresas del Estado, “contribuyendo así a su crecimiento y competitividad a nivel internacional”. En 2020, el grupo contratará a 5.000 personas, dando nuevas oportunidades a los jóvenes.