- El Gobierno Vasco complementará en solitario los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) de los trabajadores que menos cobran, los que tienen una base reguladora inferior a los 20.000 euros. Se beneficiarán, según los cálculos del Ejecutivo, cerca de 44.000 asalariados, que cobran el mínimo establecido, entre 500 y 1.000 euros y suponen la mitad de los afectados por regulaciones temporales de empleo. La aportación será de 100 euros en el caso de los trabajadores con una jornada inferior al 50% y de 150 euros para aquellos que superen ese porcentaje. La partida consignada por Lakua rondará los seis millones de euros.

El programa no contará al final con una inyección extraordinaria por parte de las empresas, pero los sindicatos negociarán en cada centro de trabajo una aportación similar a la que realiza el Ejecutivo. La reticencia de Confebask a establecer una compensación generalizada por parte de las empresas ha sido durante semanas el principal escollo para aprobar y al final se ha dejado en manos de cada empresa esa posibilidad, que la patronal considera inasumible en estas circunstancias.

El acuerdo se alcanzó ayer en Gasteiz en el Grupo de Empleo de la Mesa de Diálogo Social, en la que participan CCOO, UGT y Confebask. El compromiso no comporta ningún compromiso para las empresas "que en principio no van a poner nada" [de dinero] para complementar las prestaciones que perciben sus trabajadores en ERTE, según explicó tras la cita la consejera de Empleo y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, que compareció acompañada de la titular de Trabajo y Justicia, María Jesús San José.

El complemento del Gobierno Vasco podría beneficiar a unas 44.000 personas, las que actualmente están en ERTE con una base reguladora inferior a los 1.666 euros mensuales y un salario bruto anual de hasta 20.000 euros. Esto es, trabajadores que cobraban entre 800 y unos 1.200 euros al mes y que, en principio, ganarían el 70% de esas cantidades.

De manera inicial se complementarán las prestaciones desde el 1 de julio y hasta el 30 de septiembre. Los trabajadores con una jornada laboral inferior al 50% percibirán 100 euros y aquellos con jornadas superiores al 50%, recibirán 150. Estos tramos se mantendrán igual para todas las personas con salarios por debajo de la citada base de cotización. La cuantía será fija durante todo el periodo de percepción, se reconocerá con independencia del tipo de contrato y en ningún caso se podrá percibir una prestación total superior a la retribución que se tiene en activo. Este complemento, explicaron las consejeras, responde al compromiso anunciado por el lehendakari, Iñigo Urkullu, de asumir "una parte del esfuerzo que contribuya a paliar las situaciones de necesidad" de las "miles de personas en situación de vulnerabilidad" al sufrir "una merma importante" de sus ingresos durante los ERTE derivados de la covid-19.

El complemento será gestionado por Lanbide, que ahora debe desarrollar una normativa "lo más sencilla posible" para regularlo con la idea de que sea aprobado por el Consejo de Gobierno a la mayor brevedad.

Tras la reunión de la mesa, también compareció ante la prensa la secretaria general de Comisiones Obreras en Euskadi, Loli García, que destacó que la medida beneficiará a más del 50% de los trabajadores vascos que están en ERTE "y sobre todo a quienes tienen los salarios más bajos". "La Mesa de Diálogo Social muestra hoy -por ayer- su utilidad real" al alumbrar un acuerdo que "mejora el poder adquisitivo" de los trabajadores peor pagados con una medida de importante calado y de justicia social", añadió. En todo caso Comisiones negociará en cada empresa que esté en ERTE que esta complemente las prestaciones de sus trabajadores con independencia de que vaya a hacerlo el Gobierno Vasco.

El secretario general de UGT-Euskadi, Raúl Arza, reconoció en este sentido que las empresas no están obligadas a complementar estas prestaciones y que si lo hacen es por un "decisión voluntaria", al tiempo que coincidió con CCOO en la conveniencia de negociar este aspecto en cada empresa. Arza quiso en todo caso "poner en valor" el acuerdo alcanzado, que "cierra el círculo de un escudo social para los trabajadores en ERTE" que permitirá que los peor pagados se "acerquen a lo que cobran realmente".

Por su parte, la patronal Confebask valoró el acuerdo porque "contribuye a paliar la situación en un colectivo especialmente afectado" por la crisis del covid-19, pero lo consideró "insuficiente" al no incluir medidas "de apoyo a las empresas para el mantenimiento del empleo".

En una nota, la organización empresarial afirmó echar en falta medidas de apoyo expreso a las empresas, al considerar que "la mejor manera de proteger el empleo es proteger a las empresas que lo generan". A su juicio, es "prioritario y urgente abordar ayudas para que las empresas vascas puedan mantener el mayor número posible de puestos de trabajo en un momento de reducida actividad e incertidumbre como el actual" ELA y LAB, que no participan en el diálogo social vasco, rechazaron el acuerdo porque "no salva" ningún empleo.

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El Gobierno Vasco calcula que habilitará cerca de seis millones de euros para completar los ingresos que reciben cerca de 44.000 vascos en situación de ERTE. Se trata de la mitad de los afectados por la suspensión de empleo.