- La irrupción de la pandemia de covid-19 en la economía vasca ha significado rematar un ciclo expansivo en el sector de la construcción que se inició en 2016 y que ya mostró signos de agotamiento el pasado año , en el que se apreció cierta ralentización. El Observatorio Vasco de la Vivienda da por concluido en un informe la fase de recuperación del sector, sin que haya llegado a los niveles que registraba en 2007, justo antes de la dura crisis financiera y económica que repercutió de manera especial en la actividad constructiva vasca.

Este observatorio ha elaborado un análisis del comportamiento de la construcción vasca en el último cuatrienio, entre 2016 y 2019, con una referencia más generalista a los cuatro primeros meses del presente ejercicio, cuando constata un fuerte parón en el mes de marzo a consecuencia de la pandemia del coronavirus y el consiguiente cierre temporal de todas las actividades consideradas no esenciales, entre las que se encontraban las obras de edificación y reformas.

Su influencia, de la que no ofrece muchos más detalles ni una proyección de lo que puede representar en el presente año y el 2021, pone de manifiesto un final de la época expansiva del sector que ya se advirtió un año antes. Como ejemplo, el Observatorio Vasco de la Vivienda señala que si bien en 2007 la construcción representaba el 10% del PIB vasco, en 2019 se quedó cuatro puntos por debajo, en el 6%.

Este dato demuestra que, si bien el sector ha sido capaz de recuperarse del duro golpe que representó la anterior gran crisis, su reactivación no ha permitido ubicarlo a los mismos niveles en los que se situaba con anterioridad a 2008. El observatorio aporta además otras cifras que confirman esta conclusión como las referentes al empleo, dado que, según el estudio, el año pasado la construcción vasca daba trabajo a 51.000 personas, cuando en 2007 este número ascendía a 84.000 empleados.

En sintonía con su capacidad de generar nuevos puestos de trabajo que, si bien ha crecido de manera significativa en el cuatrienio de 2016 a 2019, no ha conseguido alcanzar las cotas anteriores a la crisis de 2008, tampoco lo ha hecho su potencial para recuperar tejido empresarial. El estudio indica que en 2019 se percibió en el sector un leve crecimiento en el número de establecimientos que apenas alcanzó el punto porcentual, que situó el número total en unos 20.000 empresas.

Antes del año 2008, sin embargo, existían más de 34.000 establecimientos adheridos al sector de la construcción, lo que significa que durante estos doce años el tejido empresarial ha caído un 40% y da una idea de las dimensiones de las consecuencias de la anterior crisis financiera en esta actividad, que no consigue volver a posiciones anteriores.

En la actualidad, el peso del tejido empresarial de la construcción en el conjunto de la economía de Euskadi se ha reducido del 17% de 2008 al 12% de 2019, tal y como ha constatado el Observatorio Vasco de la Vivienda.

Esta entidad, además, pone en duda que a corto plazo el sector sea capaz de experimentar otra remontada que le permita situarse en mejores niveles. Según afirma en su informe, "parece evidente que los resultados de 2019 suponen el fin del ciclo expansivo en el sector que apenas ha durado cuatro años" y que, por tanto, constituye "un balance final del proceso de reactivación" de este sector económico.

El mantenimiento de sus niveles de actividad también se ve seriamente cuestionado, al igual que ocurre en el conjunto de la economía vasca, tras la rebaja de las previsiones realizada por todos los agentes económicos como consecuencia de la crisis del covid-19.

A este respecto, el Observatorio Vasco de la Vivienda advierte de que por el momento no dispone de información estadística del sector "lo suficientemente consistente" para vaticinar su evolución en 2020 y 2021, aunque ya certifica el "fuerte parón" sufrido durante el pasado mes de marzo.

Evolución. Uno de los aspectos que subraya el informe del Observatorio Vasco de la Vivienda hace referencia al empleo y tiene un marcado carácter cualitativo. Según datos obtenidos del Consejo de Relaciones Laborales de Euskadi, nueve de cada diez puestos de trabajo que se han destruido en el sector de la construcción son cualificados y corresponden tanto a técnicos y operarios como a mandos intermedios, con la consecuente pérdida de conocimiento y experiencia. Otro dato negativo, y que no es exclusivo de este sector sino que comienza a ser una tónica en el mercado laboral vasco, es que la mayor parte de los empleos desaparecidos estaban ocupados por jóvenes. Según los datos que ofrece el Observatorio Vasco de la Vivienda, entre los menores de 35 años que trabajaban en construcción la contratación ha caído en alrededor del 60%.

El sector daba empleo el pasado ejercicio a 51.000 personas, cuando antes de la crisis de 2008 este número ascendía a 84.000