- La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) ha valorado la aprobación del Ingreso Mínimo Vital (IMV), aunque señala algunos problemas que se deberían corregir durante la tramitación parlamentaria, como el tema de las compatibilidades con salarios que, tal y como está planteado, puede terminar incentivando el "trabajo en negro".

En su boletín para hacer seguimiento de la crisis de la covid-19, el tercero publicado desde el inicio de la pandemia, Fedea reconoce que esta medida colma, "aunque con un retraso considerable", la principal laguna que persistía en las medidas adoptadas para proteger a los hogares de los efectos de la pandemia.

Aunque "hacía mucha falta", añaden, el diseño de la nueva prestación "plantea algunos problemas importantes" que insta a tratar de corregir durante su tramitación parlamentaria.

El primero de esos problemas tiene que ver con los incentivos a trabajar, es decir con la posibilidad de compatibilizar esta ayuda con ingresos laborales.

La norma, explican, establece en la práctica un tipo efectivo de gravamen del 100% sobre otras rentas que obtengan los beneficiarios, ya que la prestación se reduciría en la misma cuantía en la que aumenten otros ingresos declarados. Esto, considera Fedea, deja a los beneficiarios "sin incentivos económicos para buscar un trabajo o trabajar más tiempo, salvo que sea en negro".

Más aún dado el tratamiento confiscatorio que se da a los ingresos declarados, los incentivos a "trabajar en negro" serán muy fuertes.