- El Gobierno Vasco ya tiene más datos del efecto que la pandemia de coronavirus está produciendo en el tejido económico-empresarial de Euskadi y advierte de la magnitud de la crisis hasta el punto de que el lehendakari, Iñigo Urkullu, señaló ayer que hasta dentro de tres años no se recuperarán los niveles de empleo del pasado ejercicio de 2019. La valoración se produjo con motivo de la celebración de la Mesa Económico-social de Euskadi, una cita con todos los actores sociales significativos del País Vasco -tanto empresariales como sindicales- que sirvió para compartir análisis y soluciones ante la crisis generada por la pandemia del covid-19.
Iñigo Urkullu, presidente de la reunión, resaltó que tras la incidencia sanitaria, "en vías de superación", el efecto del coronavirus en Euskadi será una crisis económica importante que, sobre todo, tendrá una notable repercusión en el empleo, cuya recuperación tardará al menos tres años. En un escenario, "nunca antes conocido, ni imaginado", de incertidumbre, el lehendakari realizó un llamamiento a la unidad y la colaboración de los agentes sociales para combatir juntos los efectos negativos de la pandemia y salir cuanto antes de la misma.
Urkullu evitó los paños calientes y fue claro al destacar el oscuro futuro a corto plazo que espera al país. Es "previsible" que en los dos próximos trimestres Euskadi "pierda el terreno ganado en los siete años transcurridos desde la última crisis económica que se inició en 2008-2009, y aunque lanzó un mensaje optimista y confiado en la recuperación, reconoció que el restablecimiento de la actividad económica a los niveles previos al estallido de la pandemia tardará al menos unos doce meses, mientras que la recuperación del empleo perdido podría demorarse tres años.
La citada mesa sirvió para que el Gobierno Vasco compartiera y analizara junto a las diputaciones forales de la CAV, sindicatos, representantes de la economía social y organizaciones empresariales, el impacto de la pandemia sobre la economía vasca y las medidas para atenuar los efectos de esta crisis sobre la actividad productiva y el empleo. El lehendakari hizo especial hincapié en resaltar que de una situación tan complicada solo se puede salir juntos y se mostró partidario de encarar esta crisis desde la "estabilidad institucional" pero reclamó la puesta en marcha de algunas medidas económico-laborales.
Entre estas decisiones que el lehendakari considera prioritarias están la necesaria "flexibilización" de las condiciones de déficit público que, lógicamente se va a disparar puntualmente, para poder invertir, y que se prorrogue el actual sistema de Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) para tratar de proteger el máximo de puestos de trabajadores mientras se recupera la actividad. Y esto, como se está viendo, será de una manera escalonada y más rápida en unos sectores que en otros.
El máximo responsable del Gobierno Vasco lamento que en dos trimestres, de la mano de la pandemia, se "pierda el terreno ganado" en Euskadi en los últimos siete años para devolver las tasas de desempleo por debajo del 10% tras el dramático aumento del paro derivado de la gran crisis de 2008. Tras recordar que la cota máxima de desempleo en la CAV se alcanzó en marzo de 2013, con 179.000 personas inscritas en las listas de Lanbide, Urkullu lamentó que el impacto de la crisis del coronavirus haya elevado a 138.000 el número de parados. "Nos encontramos ante la necesidad de reiniciar el camino y revertir la situación", reconoció el lehendakari.
Ante esta situación, resaltó que el "objetivo nuclear" y la "prioridad" debe ser el empleo, por lo que llamó a "aunar fuerzas" entre todos los agentes económicos y sociales vascos para volver a situar la tasa de paro por debajo del 10%. Para ayudar al proceso, según el lehendahari, Euskadi cuenta con unas cuentas públicas "saneadas" y con unos presupuestos aprobados. Además, según Urkullu el País Vasco tiene un tejido productivo que ha demostrado "capacidad competitiva" y que ha avanzado en la senda de la innovación y la internacionalización.
En la reunión, los sindicatos ELA, CCOO, LAB y UGT defendieron un sector público más fuerte sobre todo en actividades ligadas a la asistencia y una mayor cobertura social para no dejar a nadie atrás. ELA, por su parte, insistió en pedir una mayor participación sindical en relación a las medidas gubernamentales a poner en marcha. "Las distintas instituciones gubernamentales han impuesto todas y cada una de las medidas que han tomado: el protocolo de apertura de las empresas; la vuelta a las aulas y el retorno al trabajo de la Administración autónoma; en Osakidetza no se han reunido con los sindicatos desde el 18 de marzo etc", indicó ELA.
"Desde el estallido de la pandemia el Ejecutivo ha impuesto todas y cada una de las medidas"
Comunicado
"Exigimos el mantenimiento de los ERTE más allá del periodo de estado de alarma"
UGT Euskadi
"Nuestro objetivo nuclear y la prioridad de todos es mantener y generar empleo"
Lehendakari