- El mercado del petróleo vive una situación sin precedentes, en la que el precio del West Texas Intermediate (WTI) -el crudo de referencia en EEUU- para entrega en mayo se hundió el lunes y entró en terreno negativo, una situación inédita que se prolongó ayer aunque menos acusada.

El Texas para entrega en mayo cerró el lunes en -37,6 dólares por barril y ayer siguió cotizando en negativo.

Sin embargo, el precio del WTI para entrega en junio, el que acapara ahora mayor volumen de negociación, cotiza a 20 dólares por barril, un nivel bajo, puesto que a principios de año se negociaba a más de 60 dólares, pero muy alejado de los -37,6 dólares de los contratos para entrega en mayo.

El Brent cotiza a algo más de 22 dólares, muy por debajo del mes de enero, cuando alcanzó los 70 dólares, pero también lejos del desplome registrado el lunes por el Texas para entrega en mayo. ¿Cuáles son los motivos de estas amplias diferencias?

En primer lugar, el descenso general de los precios del crudo se debe a la drástica caída de la demanda causada por la expansión del coronavirus, que ha paralizado la actividad económica en buena parte del mundo. Según la Agencia Internacional de la Energía, la demanda descendió en marzo en casi 11 millones de barriles al día, que llegará a 29 en abril.

Los miembros de la OPEP+ llegaron a un acuerdo el 12 de abril para recortar la producción en 9,7 millones de barriles al día, cifra que podría llegar a veinte millones de barriles si se unen más estados productores.

El desplome de la demanda y el insuficiente y tardío recorte de la oferta explican la debilidad de los precios las últimas semanas, pero no son suficientes para entender lo ocurrido en EEUU. Para ello es necesario añadir dos factores más: la falta de capacidad de almacenamiento, sobre todo en EEUU, y que los contratos del Texas para entrega en mayo vencían ayer.

La semana pasada, los inventarios de crudo de EEUU registraron el mayor incremento semanal de su historia, probablemente porque las empresas que extraen petróleo de esquisto (shale oil) no han dejado de producir pese a la caída de los precios.

La drástica caída de la demanda y el limitado recorte de la oferta han hecho que la capacidad de los depósitos de crudo de Cushing (Oklahoma), el epicentro de la industria petrolera estadounidense, esté al límite.

En esta situación, y ese es el elemento clave de lo ocurrido ayer, se produce hoy el vencimiento de los contratos para entrega en mayo, lo que implica recibir el petróleo adquirido a través de contratos de futuros.

Muchos inversores sin capacidad para almacenar el crudo adquirido han intentado colocarlo en el mercado, provocando una espiral vendedora y ha llevado a algunos a pagar con tal de quitarse de encima el petróleo.

Los inversores son conscientes de la debilidad de la demanda pero esperan que la actividad económica y el consumo de crudo se recuperen en próximas semanas y los recortes de producción empiecen a hacer efecto.

La pregunta ahora es si episodios como el de ayer volverán a producirse cuando se acerquen nuevas fechas de vencimiento.s.

Caída de la demanda. El coronavirus desploma la demanda en 11 millones de barriles diarios en marzo, que serán 29 en abril.

Recorte de producción escaso y tardío. La OPEP+ acordó el 12 de abril recortar la producción en 9,7 millones de barriles diarios.

Almacenes llenos. La caída de la demanda y el escaso recorte de producción llevan al límite la capacidad de los depósitos de crudo.

Vencimiento de contratos. La entrega en mayo lleva a inversores a colocarlo en el mercado e incluso a pagar por quitárselo de encima.