-El sector de máquina herramienta es un buen termómetro para anticipar la evolución de la economía porque cuando reciben pedidos de máquinas es porque hay inversión futura de los clientes para fabricar más y/o mejor. Euskadi concentra cerca del 90% del sector en el Estado español y las empresas vascas, cuya facturación ha caído un 20% en el primer trimestre, están preocupadas a corto plazo por los problemas de financiación y, a más largo, por la probable reducción de inversiones de sus clientes.

La situación de las compañías del Clúster de la Fabricación Avanzada y Digital (fabricantes de componentes, herramientas de corte, herramientas de mano, mecanizadores, fabricación aditiva y 3D y startups para la fabricación) se ha ido complicando al igual que el resto de actividades económicas. Por ello desde el cluster AFM, organización dirigida por Xabier Ortueta, han analizado la situación del sector y aunque reconocen que la actividad se ha mantenido en cierta medida porque esta es una industria que trabaja con pedidos anteriores dado los largos periodos de maduración de los productos que fabrica, el futuro preocupa.

El esfuerzo estos días , según AFM, se ha centrado en terminar las máquinas a tiempo para cumplir en la entrega con los clientes, evitar posibles penalizaciones y poder cobrar para conseguir liquidez. En lo que respecta tanto a los nuevos pedidos la situación se ha complicado y mucho. Primero, según AFM, porque "la imposibilidad de viajar, de reunirse con los clientes y atenderles, está deteniendo casi toda demanda en la práctica". Y segundo por el miedo a un parón inversor.

Por ello desde el sector se apunta que a la vista de la caída de ingresos y dado que "las estructuras de gastos son poco flexibles pues las personas -el principal activo a conservar-, instalaciones y medios necesarios, requieren niveles de gasto, amortización e inversión muy relevantes" se precisa el poder contar "con financiación fluida y suficiente" y cuya capilaridad "alcance no solo a quien llama primero, sino a todas las empresas que lo necesiten".

En todo caso, las consecuencias están por ver pero el escenario se presenta muy complicado, y se complicará aún más una vez que finalicen los trabajos en curso. Pues los escenarios macroeconómicos como los actuales -con unas caídas del PIB sólo conocidas en tiempos de guerra, baja actividad industrial y elevada incertidumbre-, no son los más propicios para las inversiones.

De hecho, fuentes de empresas de máquina herramienta han señalado a este diario su preocupación por la evolución futura del sector del automóvil, uno de los grandes clientes. "Con la que está cayendo se han parado muchas inversiones" y, además, el panorama de algún fabricante de coches en España no es muy halagüeño.