- Los datos oficiales confirmaron ayer el descalabro que deja por ahora la crisis del coronavirus en el mercado laboral de la Comunidad Autónoma Vasca. Euskadi suma en el recién finalizado mes de marzo un total de 11.000 nuevos parados, casi todos ellos acumulados a partir de la publicación del decreto de estado de alarma a causa de la pandemia desatada en el mundo y que obligó al confinamiento en el Estado a partir del 12 de marzo y, posteriormente a la paralización, de gran parte de la producción económica.

Este de marzo es el peor dato mensual del histórico, aunque Lanbide, el servicio público vasco de empleo, registró cifras cercanas a estas en varios momentos de la pasada crisis económica, en concreto en los arranques de los ejercicios de 2009 y 2012.

El impacto de la pandemia del coronavirus en términos de afiliación a la Seguridad Social es todavía más grave: entre el día 11 y el cierre del pasado mes de marzo Euskadi pierde más de 26.000 trabajadores afiliados al referido sistema.

Son números sin precedentes, y lo peor es que el destrozo a causa de la crisis sanitaria todavía va a ser mayor. Para empezar el mes de abril va a volver a ser muy negativo, y eso va a tener graves consecuencias en el balance conjunto del año. Y es que el periodo de Semana Santa supone siempre un empujón para la contratación laboral tanto en España como en Euskadi, de hecho suele considerarse el pistoletazo de salida de una campaña turística que tiñe de verde los registros laborales prácticamente hasta finales de agosto.

En esta situación, que afectará de lleno a las fiestas de Semana Santa, no hay ni bares y terrazas ni hoteles ni ninguna de las otras actividades ligadas al turismo y al ocio que sirven para espolear los contratos. A partir de ahí, los de mayo, junio o julio siguen siendo unos meses claves para la actividad de este sector económico en concreto.

Volviendo a lo ocurrido en el recién finalizado mes de marzo, son precisamente los servicios los que más acusan la subida del desempleo ante el cierre sobre todo de los locales de hostelería y comercio. No hay que olvidar que bares y restaurantes suman más de 1.700 de los nuevos parados vascos mientras el pequeño comercio acumula casi un millar. Curiosamente, se reduce el paro en las residencias de ancianos debido a la necesidad de nuevo personal por las bajas de empleados contagiados o en aislamiento por los efectos sanitarios de la pandemia del coronaviruas.

En cuanto a los sectores de industria y construcción, es probable que el parón se note más en el presente mes de abril. Hay que recordar que los 140.000 trabajadores incluidos en un Expediente de Regulación de Empleo temporal (ERTE) no forman parte de estos números de desempleo.

En cuanto al perfil de esos nuevos 10.974 desempleados, el director de Lanbide, Borja Belandia, explicó que se trata sobre todo de los trabajadores temporales más vulnerables, es decir, con contratos de más corta duración y, por ello, que entran y salen al sistema de forma recurrente. Son en su mayoría jóvenes a los que el cierre de actividades les ha supuesto la no renovación de sus contratos. Por otro lado, Belandia indicó que sin esta crisis sanitaria el balance mensual en la Comunidad Autónoma Vasca hubiera sido de 2.000 parados menos, por lo que el impacto magro del coronavirus sería de unos 13.000 desempleados más.

Lanbide cuenta así con algo más de 128.000 desempleados inscritos, aun con margen respecto al máximo de la última crisis pero, de momento, sin un techo claro. La evolución de la pandemia en las próximas semanas irá destapando hasta qué punto hay riesgo de dar marcha atrás a la mejoría de los últimos cinco años y de volver a aquellos niveles disparados de cerca de 180.000 parados. Por ahora el dato de marzo consigue dejar cortos los peores registros mensuales. Los incrementos del paro más cercanos son los producidos en enero de 2009, con 9.500 desempleados más, y enero de 2012, con 10.500 más.

En cuanto al daño en términos de afiliación a la Seguridad Social, el dato de marzo es engañoso. En principio se pierden solo 5.764 cotizantes vascos en todo el mes, pero la caída está maquillada por una buena primera quincena. A partir del día 11 se dan de baja del sistema 26.300 trabajadores vascos, una auténtica escabechina. En este caso la media mensual arroja poca información sobre la situación real del mercado laboral. Para ello hay que acudir al último día del mes, en el que había dados de alta algo más de 950.000 trabajadores. Se aleja así, muy probablemente para un largo tiempo, el umbral histórico de empleo marcado en 2008 y que Euskadi había rozado meses atrás.

El paro se dispara en el conjunto del Estado español en más de 300.000 personas con una pérdida de más de 800.000 puestos de trabajo (1,4 millones de empleos menos en la última quincena del mes). La subida del desempleo a nivel estatal sí deja muy lejos los anteriores peores balances mensuales de la serie histórica, ambos poco después del estallido de la burbuja inmobiliaria hace más de una década con en torno a 200.000 parados más.

La cifra de parados inscritos en el Sepe crece así hasta más de 3,5 millones, máximos desde hace tres años. Sigue lejos el techo histórico también en este caso (más de 5 millones de parados registrados en el inicio de 2013). El golpe a la Seguridad Social es tremendo en un momento crítico para el sistema por la demanda de recursos de las medidas sociales para paliar el parón de actividad. La caída de 834.000 afiliados, que triplica los peores registros mensuales de siempre, sitúa el balance interanual en negativo y deja los ingresos por cotizaciones temblando.

El Ejecutivo de Pedro Sánchez quiso mandar un mensaje de optimismo. Desde los ministerios de Trabajo y de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones se calificaron los resultados de marzo de “absolutamente excepcionales” y se avanzó que “el grueso” del deterioro por la pandemia ya se ha producido. Abril volverá a ser negativo, avanzaron los ministros Yolanda Díaz y José Luis Escrivá, pero no tanto como marzo. Sus previsiones no aclaran de momento cuándo llegará el punto de inflexión en el que la contratación recobrará el pulso.

Se adelanta el cobro del paro. Las entidades financieras han llegado a un acuerdo con el Gobierno central para adelantar a hoy 3 de abril el pago de la prestación del desempleo. Se trata a una medida a la que se han acogido entidades como Kutxabank, Laboral Kutxa, BBVA y CaixaBank.

Sidenor. El grupo siderúrgico vasco Sidenor ha tomado la decisión de aplazar la reanudación de su actividad hasta el próximo 27 de abril. La empresa y el comité han acordado alargar el parón hasta después de la Semana Santa para acompasar el descenso de pedidos y el apagado del horno.