- El sector de las EPSV en el País Vasco tuvo una evolución “positiva” el pasado año 2019, según el presidente de la Federación de Entidades de Previsión Social Voluntaria de Euskadi, Ignacio Javier Etxebarria, con incremento del patrimonio depositado, así como de las aportaciones, y con una rentabilidad positiva.

Pero este balance presentado ayer contrasta con la situación coyuntural actual, con fuertes caídas de la cotizaciones bursátiles y un parón de la actividad económica que aboca a una recesión a corto plazo. En este contexto, Etxebarria demanda “tranquilidad y prudencia” porque las aportaciones para una pensión complementaria “son a largo plazo” y de esta situación “saldremos”.

De cara a 2020 reconoce que se puede dar el caso de que, por problemas financieros derivados de la coyuntura, algún particular pida el rescate de la EPSV o que las aportaciones no puedan crecer como este pasado año. En todo caso, recuerda que si alguien se jubila en los próximos meses puede aplazar un tiempo el recuperar la inversión esperando tiempos mejores “porque no deja de ser una prestación complementaria y la situación bursátil mejorará en unos meses”. Respecto a 2019, Etxebarria considera que teniendo en cuenta el contexto de desaceleración y tipos bajos fue un buen año, incidido porque el final de 2018 no fue nada positivo.

En todo caso, el patrimonio de las Entidades de Previsión Social Voluntaria vascas subió el año pasado a 25.939 millones de euros, unos 1.900 millones más, es decir, un 7,9% de aumento. Las cuotas o aportaciones anuales superaron los 853 millones de euros con un incremento medio del 7,12%. Las prestaciones satisfechas por las EPSV a sus socios en el pasado 2019 superaron los 880 millones de euros. Los datos muestran que los vascos están más concienciados en ahorrar para la jubilación que el resto del Estado. De hecho, el patrimonio de estas sociedades supone el 32,72% del PIB vasco frente al 8,8% español.