- La Comisión Europea, en una decisión histórica, propuso ayer suspender temporalmente la aplicación del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, el conjunto de normas fiscales comunitarias, abriendo así la puerta a que los gobiernos nacionales puedan elevar su gasto público todo lo necesario para combatir la propagación del coronavirus y mitigar sus consecuencias económicas.

Lo anunció ayer la jefa del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, en un nuevo vídeo compartido a través de su perfil de la red social . “Hoy, esto es nuevo y nunca se ha hecho antes, activamos la cláusula de escape general del Pacto de Estabilidad y Crecimiento”, expresó. “Significa que los gobiernos nacionales pueden inyectar en su economía el dinero que necesiten. Estamos relajando las normas presupuestarias para que puedan hacerlo”, explicó.

El Pacto de Estabilidad y Crecimiento es el conjunto de reglas que, por ejemplo, limita los déficit y deuda públicos al 3% y 60% del PIB, respectivamente, y las autoridades comunitarias abren expedientes a las capitales que incumplen estos umbrales. España escapó de la senda de corrección de la Unión Europea el año pasado tras haber reducido su desfase presupuesto al 2,5% del PIB en 2018. La recesión en la que Bruselas ya ve sumida a la UE supone desbaratar los planes de todos sus países miembros.

Formalmente, Bruselas ha propuesto a las capitales la activación de dicha cláusula y, por tanto, no se esperan dificultades en su aprobación porque ya recibió el visto bueno de los jefes de Estado y de Gobierno en la cumbre por teleconferencia que mantuvieron el martes. Los ministros de Finanzas de la Unión Europea ya dieron su ok a la medida en el Eurogrupo, con lo que quedaba allanado el camino para que posteriormente los líderes lo ratificaran.

“Estamos dando un paso sin precedentes. Activar la cláusula de escape general abre la puerta a una respuesta fiscal fuerte y coordinada al inmenso desafío económico al que nos enfrentamos todos”, expresó el comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, que mostró su confianza en que los países den “rápido” su visto bueno.

Bruselas había prometido la “máxima flexibilidad” posible en la aplicación de estas normas y ahora da el paso definitivo. En la práctica, esto supone que los Estados miembros ya no tendrán la obligación de cumplir con los esfuerzos fiscales que se les exigían antes de la pandemia de Covid-19, por lo que pueden incrementar el gasto público lo que necesiten para poder atajarla.

A nivel más general, Von der Leyen insistió en que el Ejecutivo comunitario hará todo lo necesario para ayudar a los ciudadanos y las economías europeas”, al tiempo que subrayó que la enfermedad tiene un impacto “dramático” sobre las economías del bloque y la mayoría de los sectores están siendo golpeados. “El confinamiento es necesario para contener la propagación del virus pero también ralentiza gravemente nuestra economía”, admitió la alemana.

Von der Leyen aprovechó la ocasión para recordar que también han introducido una mayor flexibilidad en las normas sobre ayudas de Estado, algo que permite a los gobiernos nacionales, por ejemplo, la posibilidad de otorgar hasta 800.000 euros en ayudas directas a las compañías que se encuentren en dificultades, bien sea a través de subvenciones directas o también mediante ventajas fiscales.

“Las normas de Estado son ahora más flexibles que nunca”, destacó Von der Leyen, para después asegurar que así se ayudará a las firmas más afectadas, como son los grupos hoteleros, los restaurantes, las compañías de transporte o las pequeñas empresas, que podrían correr el riesgo de llegar a la quiebra si no obtienen una liquidez de emergencia.

También celebró que el Banco Central Europeo (BCE) lanzara un nuevo programa de compras de activos públicos y privados de emergencia de 750.000 millones que “se añade a la potencia de fuego” que necesita la UE en el campo económico.

Medida histórica. Esto es nuevo y nunca se ha hecho antes”, dijo ayer Ursula von der Leyen.

Aprobación asegurada. La medida ya tiene el visto bueno de los jefes de Estado y de Gobierno y de los ministros de Finanzas, con lo que no habrá problemas para su aprobación.

Más compras de activos. La Comisión Europea ve positivo que el BCE haya implementado un nuevo programa de activos públicos y privados de emergencia de 750.000 millones.

El comisario europeo de Economía opina que se abre la puerta a una respuesta fiscal fuerte y coordinada.