BILBAO - Una economía como la vasca -totalmente abierta al mundo con una industria muy competitiva a nivel internacional con sectores clave como la automación, energía, aeronáutica o la máquina herramienta totalmente internacionalizados- no puede ser inmune a los efectos de la epidemia de coronavirus mundial y, en especial, a su incidencia en China. El país asiático, la fábrica del mundo, exporta 2,5 billones de dólares anuales y es clave en las cadenas de suministro de, entre otras, las fábricas vascas. De ahí que la interrupción de estas cadenas por la enfermedad pueda causar un efecto en Euskadi en unas tres semanas. Al menos eso considera, Arantxa Tapia, la consejera vasca de Desarrollo Económico.

Según Tapia los primeros efectos en la economía vasca por el parón chino motivado por el coronavirus llegarán a Euskadi "en breve, prácticamente ya, en un plazo de dos o tres semanas, como máximo". Aunque en el mes de enero todavía no se había notado en los puertos del Estado español el problema chino -las importaciones procedentes del país asiático habían alcanzado los 1,7 millones de toneladas, un 2,2% más-, la declaración de la epidemia en el gigante asiático coincidiendo con el Año Nuevo chino, el 25 de enero pasado, ha paralizado la actividad en buena parte de las fábricas chinas y es ahora cuando se notará la falta de suministros en una industria europea que se ha acostumbrado a trabajar con métodos de just-in-time para evitar los stocks y abaratar costes.

A la vista de la coyuntura que se avecina la consejera Tapia destacó ayer que mantendrá hoy una reunión en Gasteiz con los diferentes agentes del mundo económico del País Vasco para analizar los posibles efectos en la economía vasca del virus denominado covid-19 y ver, según Europa Press, "dónde se pueden estar dando los problemas y tratar de colaborar en la búsqueda de algún tipo de paliativo porque me temo que la solución no va a ser completa".

El Gobierno Vasco -con presencia de los departamentos de Trabajo, Empleo, Hacienda y Desarrollo Económico- se reunirá hoy con una representación de Eusko Ganberak, y dirigentes de las organizaciones empresariales y sindicales. ELA ha confirmado su asistencia. Asimismo, la representante del Ejecutivo de Gasteiz mantendrá otro encuentro este viernes con los clústeres sectoriales para que "den cuenta de cuál es la situación concreta de cada sector económico". El Gobierno Vasco maneja datos macro del efecto en la UE del virus pero "quiere bajar al nivel del territorio de Euskadi y analizar qué es lo que puede estar ocurriendo y qué tipo de ayudas o colaboraciones se pueden establecer si se rompe alguna cadena de producción".

No es ningún secreto que muchas empresas vascas mantienen en Euskadi la fabricación de los productos de mayor valor añadido, una máquina, por ejemplo, pero los tornillos de la misma se compran en China. En ese sentido se trataría de ver "quién puede sustituir esos elementos, algo que no siempre es posible, porque hay ciertos elementos de producción que se han llevado a China, precisamente porque estaban en la parte más baja de la cadena de valor, por lo que sustituirlos va a ser complicado".

Hay piezas que se han dejado de elaborar en Occidente o los costes de volver a hacerlo aquí restaría competitividad a las empresas. Tapia, interrogada sobre si en el hipotético caso de que algunas empresas tengan que paralizar su actividad por falta de suministros se tendrían que presentar Expediente de Regulación de Empleo (ERE) temporales, señaló que al Gobierno Vasco, a fecha de hoy, "todavía no les consta, lo que no quiere decir que no vayan a llegar".

En barco desde China Según la consejera vasca "hay elementos y componentes que dentro de cada cadena de producción en las empresas, pueden venir desde China en barco, y tardan entre seis y ocho semanas en hacerlo y, no ha llegado aún, pero puede llegar".

Arantxa Tapia reconoció que la paralización de la actividad productiva en las fábricas del país asiático lleva ya más de un mes por lo que teniendo en cuenta que los barcos portacontenedores tardan entre 6 y 8 semanas en llegar a Europa, "entendemos que ese efecto por la no llegada está ya prácticamente aquí, en breve, en un plazo de dos o tres semanas, como máximo".

Respecto a la adopción de posibles EREs por empresas vascas, la consejera reiteró que "hasta ahora no hay en Euskadi ningún ERTE previsto por esta situación, pero eso no significa que en unas semanas no se presenten, pero, a día de hoy no existen, y nos estamos adelantando, lo que no significa que en la reunión de mañana (por hoy) nos transmitan algo en ese sentido desde las patronales".

En todo caso, y respecto al efecto que pueda tener la epidemia de forma directa en la economía de Euskadi, Tapia reiteró que todas las medidas que se vayan a adoptar se van a tomar "de forma muy exigente a partir de todas y cada una de las observaciones que se hagan desde el departamento de Salud, porque es lo único que puede llevar a poder vencer esta situación". Tapia señaló que en China, ya se está viendo que "están bajando mucho las afecciones por el virus" y desde el País Vasco se analizan los informes del Departamento de Salud, todos y cada uno de los días, porque esta situación se ve modificada de día en día". La consejera reconoció que la crisis del coronavirus está generando "situaciones complejas, donde algunas empresas están perdiendo producción y otras lo están ganando".

Cebek

Previsiones económicas a la baja

Garcinuño. El presidente de Cebek, Iñaki Garcinuño, cree que será "muy probable" que la citada confederación empresarial vasca tenga que revisar a la baja en "algunas décimas" su previsión de crecimiento de la economía vizcaina para 2020, establecida en torno al 1,9%, debido al efecto del coronavirus. En una entrevista en Onda Vasca, Garcinuño indicó que el coronavirus es la principal preocupación para las empresas, sobre todo, porque el grado de afección que puede llegar a tener, por una parte, sobre la propia economía en general y, por otro lado, sobre la propia empresa, es "algo que está por escribirse y está por ver".

Francia rebaja su previsión de PIB. El Banco de Francia ha revisado a la baja su pronóstico de crecimiento del PIB en el primer trimestre de año, que ahora estima en el 0,1%, frente al incremento del 0,2% anticipado previamente. El ministro francés de Economía y Finanzas señaló que el impacto del coronavirus "será severo en el crecimiento francés en 2020" y costará al PIB de Francia "varias décimas" como consecuencia de la fuerte desaceleración observada desde el comienzo de la epidemia.