Bilbao - La economía vasca repuntó un 2,2% el año pasado tras superar el bache iniciado a mediados de 2018 y entrar en una fase de crecimiento sostenido a partir del segundo trimestre de 2019. El Instituto de Estadística, Eustat, confirmó ayer de este modo las previsiones que manejaba el Gobierno Vasco, que considera un "exitoso" el comportamiento del Producto Interior Bruto de Euskadi en un escenario marcado por la incertidumbre internacional. Y de cara a este año cunde cierto optimismo porque la desaceleración ha llegado a su fin y algunos de los lastres han entrado en fase de solución.

Además, el balance de ese ciclo no ha sido tan negativo como se temía. La ralentización ha restado empuje y en 2019 se registró el menor incremento de los últimos cinco años, pero la economía se situó en la franja que mejor se ajusta al tejido productivo vasco, en torno al 2%. Una zona que no se abandonará en 2020, un curso para el que el Departamento de Hacienda y Economía ratificó ayer su previsión del 1,9%.

En ese contexto y con la vista puesta en una posible reactivación de la economía europea en la segunda mitad de este ejercicio, todo apunta a que la tasa de paro vasca se situará a final de curso por debajo del 9%. Los analistas señalan a que 2021 será más dinámico todavía, de modo que se seguirán dando pasos en la senda de reducción del desempleo. En lo relativo al año pasado, el ritmo del PIB de la CAV fue similar al de Estados Unidos (2,3%), supera con holgura el de Alemania (0,6%) y, en general, es muy superior a la media de la Unión Europea. De este modo, Euskadi, que "sufrió más en la crisis" que otros países europeos, consiguió "recuperar posiciones" respecto a la UE y avanzar en la convergencia con las primeras economías del continente en términos de PIB y productividad.

El consejero de Hacienda y Economía, Pedro Azpiazu, y el viceconsejero de Finanzas y Presupuestos, Alberto Alberdi, valoraron en Bilbao el terreno por el que se ha movido el tejido productivo y el empleo los últimos doce meses. En un "contexto adverso" en el que los principales lastres han sido la guerra comercial entre EEUU y China, la falta de acuerdo para la salida de Reino Unido de la UE y la crisis de la automoción, la economía vasca ha mostrado un dinamismo que "destaca en Europa".

el empuje de los servicios La base del crecimiento del PIB vasco en 2019 fueron los servicios, un sector que dio "estabilidad" a la economía porque está "al margen de todos los vaivenes del comercio internacional", según subrayó Azpiazu. En cambio, la industria se vio afectada tanto por la crisis en el sector de la automoción debido a la nueva normativa europea de emisiones como por la incertidumbre en los mercados exteriores. El frenazo de la producción en las fábricas coincidió con un periodo de ajuste en la construcción, que "suavizó" su comportamiento "tras el boom que se registró en 2018".

Con todo, los tres grandes sectores productivos continuaron creciendo en mayor o menor medida, y lo hicieron de forma "casi constante" a partir del segundo trimestre, concentrándose toda la desaceleración en la segunda mitad de 2018 y el primer tramo de 2019. Los principales indicativos del tejido productivo vasco retrocedieron en ese periodo y el Termómetro de la Economía Vasca que elabora el Departamento de Hacienda y Economía bajó casi diez puntos de golpe. Sin embargo, diciembre registró una temperatura más elevada, (105,5 puntos, según explicó ayer Azpiazu), mejorando los datos de los tres meses anteriores y sin abandonar en ningún momento la zona crecimiento sólido.

El motivo es la mejora de la actividad y las expectativas de la industria, que se alinea con el tono dinámico que mantiene el sector servicios. De modo que en estos momentos solo dos de las 15 variables que se analizan en el termómetro están en rojo: la matriculación de vehículos de carga y la venta de vivienda. Respecto a esta última cuestión, su evolución está en parte ligada a los cambios derivados de la nueva Ley Hipotecaria.

En cuanto al mercado laboral, Azpiazu reconoció que "se aprecia una suavización en el ritmo de crecimiento de empleo que no se aprecia en el PIB". En concreto, el incremento medio de la fuerza laboral en 2019 fue del 1,6%, seis décimas por detrás del avance de la economía, por lo que se registró una "ligera" recuperación de la productividad de las empresas.

En conclusión, los datos del "complicado" curso pasado "dejan buenas sensaciones" y refuerzan las expectativas del Gobierno Vasco para este 2020. Además, si se cumplen los pronósticos de un repunte de la economía europea en la segunda mitad del año, "se anularían los riesgos a la baja que todavía existen en el entorno internacional".

El viceconsejero de Finanzas indicó por su parte que la "estabilidad" que ha mostrado la economía vasca los últimos doce meses "no ha sido la norma en el entorno". Tras subrayar que las expectativas de creación de empleo fueron "claramente superadas" el año pasado, Alberdi aseguró que "si las cosas continúan razonablemente bien" la tasa de paro bajará del 9% este ejercicio.

2,2%

El Producto Interior Bruto vasco repuntó un 2,2% el año pasado, en línea con la previsión del Gobierno Vasco. Se trata del menor crecimiento registrado desde 2014, que se cerró con un avance del 1,2%. Para este año se estima que el crecimiento será del 1,9%.

9,3%

Euskadi acabó 2019 con una tasa de paro del 9,3%, un punto menos que el año anterior. El ritmo de reducción del desempleo se está frenando, pero el Gobierno Vasco confía en terminar este año con una tasa inferior al 9%, con la creación de 11.000 puestos de trabajo a tiempo completo.