Vitoria - El IPC vasco cerró el año pasado en el 1,2%. Mala noticia para los jubilados y regular para los trabajadores. La subida del 0,9% de las pensiones aprobada por el Gobierno de Pedro Sánchez -el incremento es idéntico para este curso- está tres décimas por debajo del encarecimiento de los precios. De modo que cabe hablar de otro año de pérdida adquisitiva para el colectivo de pensionistas en Euskadi, aunque en el conjunto del Estado se rompa la tendencia ya que el IPC solo subió un 0,8% de media y sobre el papel los jubilados ganaron una décima de poder de compra.

Algo más elevada es la temperatura en el caso de los trabajadores vascos que alcanzaron acuerdos con subida salarial en 2019. Los convenios firmados el año pasado recogen un incremento de media de los sueldos de entorno al 2%, ocho décimas más que el encarecimiento de los precios. En su caso se aprecia una limitada mejora del poder de compra. Sin embargo, quedan fuera de esa dinámica los trabajadores que no renovaron su convenio, unos 250.000, según recordó ayer UGT. Por ello, este sindicato hizo un llamamiento a la patronal para que actualice las condiciones laborales de sus plantillas y generalice los incrementos salariales.

La raíz de esta situación en la que los recursos económicos de los pensionistas se han quedado cortos y los de los trabajadores apenas han avanzado es el comportamiento más inflacionista del IPC vasco que el español. Según los datos de cierre de diciembre hechos públicos ayer por el INE, Navarra (1,3%) y la CAV (1,2%) fueron las comunidades en las que más subieron los precios el año pasado. Son ritmos muy superiores a la media (0,8%), pero también a los de la Comunidad de Madrid y Catanlunya (0,9%). Y están a un mundo de la inflación de Asturias (0,4%) o Andalucía (0,5%).

¿Por qué subió más el IPC vasco que el estatal el año pasado? En un contexto generalizado de precios bajos, desafortunadamente para todos el sector más inflacionista en Euskadi fueron el de transporte y el de la alimentación, que afectan a todos los bolsillos, con un repunte del 5,7% y del 2,1%. En el caso de la alimentación, el avance en la CAV supone duplicar el dato de Madrid. También está por encima de la media el capítulo de las medicinas, que casi triplica la tasa del conjunto del Estado.