Gasteiz - La economía vasca está a punto de cerrar el círculo y recuperar los niveles de empleo previos a la última crisis. Noviembre, que es casi siempre un mes plano e incluso malo para el mercado laboral, ha supuesto un paso clave y Euskadi se encuentra en estos momentos a tan solo 3.025 cotizantes de su récord de afiliación, que data de julio de 2008, poco antes de que llegaran los nubarrones de la recesión. Tras dejar atrás esas sombras casi seis años después, el avance en el número de empleados ha sido constante desde 2014, con los habituales altibajos, y el mes pasado se alcanzaron los 979.910 afiliados.

Una cifra casi redonda que se sustenta en un avance de 1.734 afiliados en noviembre y, sobre todo, en los más de 20.000 cotizantes vascos que ha ganado la Seguridad Social en los últimos doce meses. Si se tiene en cuenta que la afiliación creció en 2.367 trabajadores en diciembre del año pasado, el listón que marca el récord de afiliación (982.935) parece al alcance.

En cuanto al paro registrado en Lanbide en noviembre, dato también conocido ayer, el número de desempleados descendió en 1.564 personas y se situó en 113.177, lo que asegura cerrar el año con una tasa de paro inferior al 10%, a pesar de que ese porcentaje se calcula en función de las estadísticas que elaboran el INE y el Eustat.

Volviendo a los datos del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de noviembre, el contraste entre la evolución de Euskadi y el conjunto del Estado pone de relieve los diferentes fundamentos sobre los que se asienta los respectivos crecimientos. La estructura económica de la CAV es habitualmente un escudo contra los factores estacionales que, en cambio, se perciben como terremotos en otras comunidades más expuestas al turismo.

De modo que lo que ha sido un mes soleado para el empleo en Euskadi ha sido una tormenta para el computo global en el Estado. La afiliación se desplomó en 53.1114 personas en el peor noviembre desde 2013, cuando la recesión daba sus últimos coletazos. Por si fuera poco, el paro avanzó en 20.525 desocupados, la mayor subida desde noviembre de 2016, y volvió a acercar el número de inscritos en la cola del paro hasta los 3,2 millones.

El desplome del empleo en la hostelería ha sido determinante, al igual que la desaceleración de la economía que atenaza sobre todo al sector manufacturero. El panorama en el Estado podría haber sido incluso más sombrío si no fuera por que la vuelta al cole continúa dinamizando las contrataciones en la educación y que campañas como el black friday, que ya se prolonga más allá de ese día, alimentan las plantillas del comercio.

En el caso de la CAV, la educación también lidera las contrataciones, pero la industria mantiene también el buen tono pese a los vientos de desaceleración y la construcción, que es el sector en el que más ha bajado el paro en lo que va de año, refuerza el avance del empleo. Por territorios, Araba registró el mayor descenso del paro en noviembre (2%), por delante de Bizkaia (1,4%) y muy lejos del 0,8% de Gipuzkoa. En la evolución anual el comportamiento es más homogéneo y los tres herrialdes bajan un 6%. En cuanto a la afiliación a la Seguridad Social, es Bizkaia la que más cotizantes ganó el mes pasado (1.852), mientras que Gipuzkoa mantuvo el tipo (238) y Araba perdió 356 afiliados a la Seguridad Social. En Nafarroa aumentó el paro, incluso más en términos porcentuales que en el Estado, y la afiliación se redujo ligeramente.

A pesar de los diferentes comportamientos registrados en la CAV, la Comunidad Foral y el global del Estado, el análisis de fondo, la evolución de los últimos doce meses, es positiva ya que en todos los casos se cerrará el año con más afiliados y menos empleos. Una cuestión importante en el actual contexto de incertidumbre económica y a la espera de conocer el calado real de la desaceleración.

“un buen mes” La consejera de Empleo, Beatriz Artolazabal, destacó el avance de Euskadi frente al retroceso a nivel estatal y remarcó que noviembre ha sido “un buen mes” para la reducción del desempleo. La consejera señaló la “positiva tendencia de recuperación”, sobre todo entre las mujeres.

Los sindicatos, en cambio, criticaron el aumento de la precariedad laboral. ELA señaló que el descenso del paro es “el más bajo en un mes de noviembre desde 2013”, lo que supone “la constatación de la desaceleración del crecimiento”.