BILBAO - El movimiento de jubilados y pensionistas surgido en Bizkaia y extendido a toda Euskal Herria en defensa de pensiones dignas y del mantenimiento del sistema público corre serios riesgos de fracturarse tras conocerse que la huelga general que los sindicatos ELA y LAB promueven en el País Vasco quiere incluir también la defensa de los pensionistas. Representantes de asociaciones vizcaínas de pensionistas fueron los primeros en advertir que relacionar la huelga general promovida para enero por, entre otros, ELA y LAB, con la problemática de las pensiones “puede afectar al reconocimiento social y credibilidad” del Movimiento de Pensionistas de Bizkaia.

El pasado 23 de octubre representantes de los colectivos que conforman la Carta de Derechos Sociales de Euskal Herria, encabezados por los dirigentes de ELA y LAB, anunciaron una huelga general en enero en demanda de medidas que garanticen condiciones laborales, pensiones y una vida “dignas”. Representantes de los pensionistas recordaron ayer que este movimiento es “independiente, ajeno a partidos políticos y sindicatos, no interviene en asuntos partidistas” y “no convoca paros laborales ni huelgas generales”, señalaron, según Efe, el representante de la Coordinadora de Pensionistas del territorio Luis Alejos y el de la Asociación de Jubilados y Pensionistas por la Democracia José Luis Ruiz. Los mismos insistieron en que la fortaleza de ese movimiento se basa “en la unidad, pluralidad y capacidad para tomar decisiones por consenso” y advierten de que “si pierde esas señas de identidad, si olvida que su misión es reclamar pensiones dignas, desde ahora y para siempre, dejará de ser un referente esencial en la defensa del sistema público de pensiones”.

El Gobierno Vasco, según Josu Erkoreka, “no comparte la existencia de condiciones objetivas para una huelga general” como la convocada para el próximo enero, ya que cree que “la situación general, económica y social es razonablemente positiva”. - DNA