Cuando formas parte de una gran empresa y tu calandra porta el anagrama de una firma automovilística de máximo prestigio, tengas el tamaño que tengas y marquen lo que marquen las cotas de tus dimensiones, sin duda cuando hablen de ti lo harán aludiendo a un grande. Si además de todo esto, de ser grande en calidad y diseño, también lo refrendas con un formato y capacidades más que considerables, es seguro que tienes todos los argumentos de tu lado para triunfar.
Es lo que le ha venido sucediendo al Clase V de Mercedes-Benz desde que en 2014 se lanzara una generación que, según precisa la marca alemana, “introdujo en el segmento de los monovolúmenes un enfoque completamente nuevo de diseño, calidad, comodidad y seguridad, concepto que se convirtió en un verdadero éxito avalado por las aproximadamente 209.000 unidades vendidas desde su lanzamiento, con un récord de ventas de 64.000 unidades en 2018”.
Ahora, este producto de prestigio recibe una actualización “que le dará una sensación refrescante y cuyos puntos clave incluyen un nuevo y llamativo diseño frontal, así como la introducción de la generación de motores diésel de cuatro cilindros OM 654, la disponibilidad por primera vez de la transmisión automática 9G-Tronic con Dinamic Select para seleccionar diferentes programas de conducción (el cambio manual de seis marchas también se asociará a la versión V 220d), al tiempo que los sistemas de seguridad y asistencia han sido mejorados para llegar al máximo nivel tecnológico”.
Comenzando por lo que salta a la vista, la nueva Clase V presenta, según apunta la casa de Stuttgart, “una apariencia más amplia y una presencia visual aún más fuerte gracias a su nuevo frontal, consecuencia de un nuevo paragolpes con impresionantes entradas de refrigeración y una nueva estructura de diamante en la rejilla del radiador, con la estrella de Mercedes ubicada en el centro de la parrilla y enmarcada por dos lamas plateadas”.
Con mayor atractivo por fuera, la Clase V da un paso adelante con sus nuevos grupos motrices, desarrollados sobre la planta diésel de cuatro cilindros y 1.950 centímetros cúbicos (cc), ahora disponible en tres niveles de rendimiento: 220d, con 163 CV y 380 Nm, con un consumo medio de 5,9 a 6,2 litros; 250d, con 190 CV, 440 Nm y gastos medios de 5,9 a 6,3 litros; así como 300d, con 239 CV, 500 Nm y consumos promediados de 5,9 a 6,3 litros. El V 300d además puede entregar un par adicional (Overtorque) de 30 Nm durante un breve periodo de tiempo, en consonancia con unas brillantes prestaciones de 220 km/h y un paso de 0 a 100 km/h en tan sólo 7,9 segundos. Esta nueva generación de motores ha optimizado su diseño, calidad de materiales, proceso de combustión y tratamiento de gases y ha reducido sus fricciones, lo que ha permitido rebajar en hasta un 13% el consumo de gasóleo en el nuevo V 250d en comparación con el modelo predecesor. Y otro detalle especialmente valorado por quienes quieran hacer de su Clase V el vehículo definitivo es la posibilidad de elegir entre la habitual propulsión trasera o la muy recomendable, para aventureros y amantes de la carreteras difíciles, tracción a las cuatro ruedas 4Matic.
El capítulo de seguridad es otro en el que los avances son más evidentes, con mecanismos como el asistente de viento cruzado, el mejorado sistema Attention Asisst, el asistente activo de frenada para evitar colisiones y atropellos, o el asistente de luz larga plus, que modula la intensidad lumínica para no deslumbrar a otros usuarios de la vía.
Disponible en los acabados Rise, Clase V, Avantgarde y Exclusive, además de complementada por una Línea AMG cada día más imprescindible en toda la gama Mercedes, así como con tres larguras de carrocería para adaptarse a todas las necesidades de espacio, la nueva Clase V de Mercedes-Benz ya está disponible en el mercado como turismo desde 50.202 euros (48.306 euros como mixto y desde 39.422 euros como PFF).