Madrid - Cerca de 3.000 personas se han agolpado este domingo a las puertas del intu Xanadú, un centro comercial de la localidad madrileña de Arroyomolinos, para optar a uno de los 500 regalos que el gigante asiático AliExpress daba en la apertura de su primera tienda física permanente en Europa.

Aunque solo los 500 clientes más madrugadores de la multitudinaria cola tenían derecho a un presente, fueron cientos las personas que han desafiado el sol y el calor con el único aliciente de ser de los primeros en cruzar la primera puerta europea entre el mundo online y el desconectado del comercio chino. El primero en acceder a la tienda, que abrió de forma puntual a las 12.00 horas, fue David, un joven que llevaba acampado desde el viernes pasado a las puertas del centro comercial y que fue recibido, entre vítores y aplausos de los empleados de la tienda, con un smartphone último modelo.

Algo cansados tras 48 horas de espera y abrumados por el gran recibimiento y la expectación mediática, los siguientes agraciados también fueron recogiendo sus respectivos regalos, entre los que destacaban teléfonos inteligentes, patinetes eléctricos, robots aspiradores, drones o cámaras de acción. Una vez dentro, los clientes más dormidos tuvieron la oportunidad de espabilarse con un café -cortesía de la casa, que cuenta en el interior de la tienda con AliExpresso, un puesto de café gratuito para los usuarios- antes de lanzarse a su primera experiencia física con el gigante del comercio electrónico.

Aunque más de uno se imaginaba la nueva tienda como un bazar chino abarrotado de baratijas y cachivaches electrónicos de toda clase, el nuevo AliExpress Plaza se asemeja más a una moderna galería, al estilo Apple Store, que a un almacén asiático de todo a un euro. De hecho, los stands principales de la tienda, distribuidos en amplias mesas dispuestas a lo largo de un corredor diáfano, están ocupados por escaparates minimalistas de teléfonos y tabletas de marcas como Huawei, Xiaomi, Samsung o la propia Apple, que cuenta con una store a escasos metros de su nuevo competidor. Además, por el centro de la tienda se suceden patinetes eléctricos, drones, robots aspiradoras, cafeteras y más aparatos electrónicos, que se integran junto a otras zonas temáticas, como un área de videojuegos que incluye un sofá frente a una pantalla plana donde los gamers podrán probar las últimas novedades del sector.

El objetivo de AliExpress es introducir en Europa su idea del new retail, el comercio que fusiona la experiencia tradicional de compra offline con las ventajas del mundo digital, con innovaciones como la sinergia de los códigos QR, que redirigen a los clientes a las especificaciones de la página web.

En total, la nueva tienda de 760 metros cuadrados cuenta con unas mil referencias de productos de más de 60 marcas, tanto españolas (Cecotec) como internacionales, especialmente asiáticas, ya que esta nueva extensión física busca ser un escaparate para marcas que aquí son menos conocidas, como Ugreen u Oppo Reno. Lo cierto es que, aunque la tienda física no cuenta con un catálogo tan amplio como el virtual, tiene sus ventajas: se acabaron las falsas expectativas generadas cuando uno ve el producto en la web, que luego derivan en fuertes cabreos cuando el cachivache llega a casa.