Vitoria - Suele ocurrir de forma más o menos habitual en el ámbito profesional que uno termine enfocando su vida laboral hacia un sector que jamás hubiera imaginado. Al ejecutivo alavés Jesús Arregui que hoy en día ocupa uno de los puestos de relevancia en la multinacional norteamericana de herramienta de mano Snap-on le sucedió. Desde un comienzo parecía claro que los números, balances y análisis estaban llamados a marcar su carrera desde que abandonó la Comercial de Deusto para embarcarse en la consultora Arthur Andersen. Primero en Bilbao y después en Vitoria, donde al poco de incorporarse se convirtió en su máximo responsable. Esto le permitió acceder a responsabilidades de calado como la auditoría en 1995 de la integración de Favahe en Snap-on que luego daría lugar a Herramientas Eurotools. Como quiera que aquella forma tan metódica, rigurosa y profesional de trabajar gustó y mucho a sus clientes, en este caso los americanos de Snap-on, éstos le trasladaron una oferta como controller que no pudo rechazar. La buenas noticias se precipitaban en la prometedora trayectoria del joven Arregui, que poco después ascendería a la dirección financiera de esta filial, la dirección general, la vicepresidencia de Operaciones y, finalmente, la influyente presidencia en 2015. Por el camino se produjeron hasta cuatro negativas por su parte a cruzar el charco “por cuestiones personales”, un escenario que ahora ha cambiado como consecuencia de la estabilidad de la que ya que goza su familia y del apoyo de su mujer en esta nueva aventura.

De este modo, el “apasionante” reto está servido. A caballo entre la sede de Kenosha (Wisconsin) y la de Europa, Arregui trata de adaptarse a una mudanza frenética que, de momento, le lleva a moverse cada quince días entre un lugar y otro para gestionar formas de trabajo y culturas totalmente distintas “pero complementarias”. En la esfera personal, el gimnasio a primera hora ocupa el poco tiempo que le queda libre y de casa, dice, echa mucho de menos la gastronomía y la vida familiar. “No es fácil adaptarse a una vida así pero supongo que todo será cuestión de tiempo”. - A. Goñi