dOnostia - El fin de ETA ha supuesto mucho cambios positivos para Euskadi y uno de ellos es que los empresarios tienen menos problemas para aceptar el esfuerzo que supone representar a las organizaciones empresariales. Afortunadamente cada vez es menos noticia el natural relevo al frente de Confebask. Esta semana un empresario en representación de la guipuzcoana Adegi, Eduardo Zubiaurre, sustituirá como presidente de Confebask a Roberto Larrañaga, propuesto en su día por la patronal alavesa SEA.
Y buena parte de la actual normalidad tiene que ver con la buena labor realizada por el empresario saliente, un hombre discreto, que ha sabido tranquilizar y pacificar una cúpula empresarial que vivió tiempos pasados más convulsos por las diferencias entre unas territoriales y otras, y por la incidencia de la política en los planteamientos empresariales. Larrañaga abandonará el día 18 de julio la presidencia con satisfacción. Aunque ha conseguido mejorar las relaciones entre las tres territoriales empresariales, los lazos con la CEOE y con el Ejecutivo vasco no ha logrado reconducir la conexión con ELA. - X. Aja