BILBAO - La puesta en marcha del nuevo plan estratégico de Euskaltel a instancias del nuevo accionista mayoritario Zegona no está siendo sencilla y a los despidos de trabajadores ya conocidos se le suman los problemas ligados al empleo indirecto del operador telefónico vasco, en concreto los de las subcontratas. Una de ellas, la asturiana Zener Norte, trabaja para el grupo de telefonía móvil desde 1995 y ahora cuando finaliza su contrato, los 90 trabajadores dedicados a la instalación y mantenimiento de los activos de Euskaltel en Asturias temen por su empleo y piden a la firma vasca que incluya en el nuevo contrato a adjudicar cláusulas de subrogación del colectivo laboral. Ayer, casi un centenar de personas se desplazaron desde Asturias a la sede del Grupo Euskaltel, en Derio (Bizkaia), para expresar su protesta.

A la misma se sumaron trabajadores de Euskaltel en Euskadi, solidarios con la petición del colectivo laboral asturiano de exigir al grupo vasco su subrogación ante la expiración de su contrato con Telecable en diciembre.

Zener Norte lleva las últimas dos décadas prestando servicios técnicos en exclusiva para Telecable y sus trabajadores reclamaron ayer en Derio a Euskaltel que incluya la subrogación de sus 90 puestos de trabajo, con sus actuales condiciones laborales, como cláusula del nuevo contrato que adjudique de cara al año 2020 y siguientes. Su objetivo es que la plantilla se mantenga a partir del 31 de diciembre, fecha en la que expira el contrato entre Telecable-Euskaltel y Zener Norte, donde también se han producido nueve despidos.

Los trabajadores, que portaron diversas pancartas, y que fueron respaldados por el pleno del comité de empresa de Euskaltel en Bizkaia, se manifestaron con el apoyo, entre otros de representantes sindicales, de CCOO, UGT y LSB-USO.

Tapia y los despidos La consejera de Desarrollo Económico del Gobierno vasco, Arantxa Tapia, presente en el Parque Tecnológico de Zamudio en otro acto a la misma hora que el colectivo de trabajadores de Euskaltel se manifestaba, señaló que los despidos en el operador telefónico vasco son una decisión de una empresa privada y los enmarcó en el planteamiento que está desarrollando el operador telefónico vasco. Hay un “proyecto estratégico” para “reordenar” las tres empresas del grupo y continuar con su crecimiento, recordó. Asimismo, Tapia solicitó que, si hay que adoptar estas medidas de ajuste, se haga “de la manera menos traumática posible y de acuerdo con los trabajadores”.

La consejera vasco destacó que un despido “siempre afecta a una persona y una familia” y, por tanto, “no es la medida más agradable de tomar por parte de cualquier empresa”. Adicionalmente, una medida de ajuste como un despido también afecta “socialmente” y supone algo “complicado” y una “dificultad”. En este sentido, recordó que la postura del Gobierno es que, en el caso de que haya que adoptar este tipo de medidas, se hagan “de la manera menos traumática posible”.