BILBAO - La dirección del grupo vasco de telefonía Euskaltel ha anunciado al comité de empresa la realización de 25 nuevos despidos adicionales a la veintena de directivos realizada en un primer momento tras tomar el control de la compañía con sede en Derio, el fondo británico Zegona.

Este nuevo ajuste afectará a diez trabajadores en la gallega R, siete en la asturiana Telecable y ocho en la estructura de la propia Euskaltel en Euskadi.

Fuentes del grupo que dirige José Miguel García señalaron que “tras esta reorganización, en este momento, no hay previstos más cambios de estructura en la compañía”.

Pero la realidad es que el colectivo laboral del grupo Euskaltel, que antes de la entrada de Zegona en la gestión sumaba unas 700 personas, no las tiene todas consigo.

De hecho, ayer tras conocerse los nuevos despidos, la representación de los trabajadores realizó “una concentración de rechazo” ante la sede de la empresa en Derio (Bizkaia), a la que asistieron decenas de trabajadores.

Y el ajuste puesto en marcha por García tiene más damnificados. En este caso se trata de los 90 trabajadores de Zener, la contrata de mantenimiento del grupo Euskaltel en Asturias, que acaba contrato en próximas fechas. El colectivo laboral que teme por sus empleos pide a la dirección del grupo vasco que en el pliego de condiciones del nuevo contrato se incluya la subrogación del empleo en sus condiciones laborales actuales. Los trabajadores asturianos se manifestarán mañana ante la sede de Euskaltel tras trasladarse desde el territorio astur coincidiendo con la jornada de huelga convocada.

El presidente del comité de Euskaltel, Javier Blanco, de Comisiones Obreras, afirmó ayer que estos ajustes y destrucción de empleo se veían venir “pero nadie, ni el Gobierno vasco ni otras instituciones han tomado medidas” y ahora han despedido “a gente que llevaba en la empresa desde que se fundó el proyecto con impulso público hace 20 años”.

El consejero delegado de Euskaltel, José Miguel García, que ya había avanzado su intención de “simplificar” la estructura organizativa del grupo y hacer de las tres empresas una única más “rentable” y “competitiva”, comunicó los despidos al comité.

García transmitió a los representantes sindicales de los trabajadores que esas decisiones se enmarcan dentro de los “cambios organizativos” que se están implantando en el grupo. Según los trabajadores “no ha ofrecido garantías” de que no va a realizar más ajustes laborales.

El máximo responsable del comité de empresa afirmó, según Efe, que en el grupo la actividad empresarial es normal. “Hay actividad y por tanto no hay motivos aparentes ni razones económicas que justifiquen esos despidos”.

Los trabajadores despedidos en esta nueva remesa “podían haberse adaptado a las nuevas circunstancias y haber reorientado su perfil profesional”, según el representante de CCOO, pero la nueva dirección “no ha tenido la sensibilidad de analizar que algunos son gente que llevan 20 años en este proyecto” y que “se merecían que se pusiera en valor su trabajo durante todos esos años y haber valorado además lo que pueden llegar a hacer dentro de la casa”.

El sindicato ELA valoró los despidos como “grave ataque” del accionista mayoritario, el fondo de inversión británico Zegona, a la plantilla de la operadora de telefonía vasca, dentro de su objetivo de “reducir costes” para “maximizar el dividendo” de las acciones. El sindicato interpeló a la consejera del Gobierno vasco, Arantxa Tapia, sobre “si esta también es una buena noticia”.

Despidos. Desde la toma de control del operador vasco por el fondo británico Zegona se han producido unos 45 despidos de trabajadores en plantilla del grupo.