madrid - Unos 300 trabajadores de las fábricas de Córdoba y Trapagaran de la empresa de bienes de equipo ABB se concentraron ayer en la sede que la compañía tiene en Madrid para mostrar su rechazo al ERE y entraron en las oficinas de la compañía con pitidos, petardos y pancartas.
Los trabajadores iniciaron una marcha desde el Estadio Wanda Metropolitano hasta la sede de ABB de Madrid cargados con cruces y con mensajes como No al ERE o Hitachi en el punto de mira. Tras media hora concentrados, los trabajadores saltaron los tornos y entraron en la sede ante la negativa del personal de vigilancia, subiendo hasta la última planta para continuar con su reivindicación ante los trabajadores de la sede central.
Tanto UGT como CCOO convocaron el 1 de julio una huelga indefinida los días 10 y el 17 de julio en protesta por el ERE que afectará a 59 puestos de trabajo, 10 de ellos en la fábrica de Galindo, en Trapagaran.
Según el secretario general de la Sección Sindical Estatal de ABB, Amaro García, la empresa pretende cerrar el área de negocio de los interruptores aduciendo “motivos económicos”, cuando según dice, el negocio es “completamente viable”.
ABB tiene prevista la venta a Hitachi de su negocio de Power Grids, que según Amaro, se materializará a partir de julio de 2020. “En este proceso de despidos no está Hitachi, por lo que no solo ponemos en duda los argumentos de la empresa en cuanto a los despidos, sino que además queremos tener sobre la mesa un plan industrial de cara al futuro”, reclamó. - Efe